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miércoles, 1 de noviembre de 2017

LOS BLOGS

Tema: Los Blogs
Ranking de los mejores libros juveniles
¡HOLA! Se acerca Navidad, y con eso la hora de escoger regalos. Sé que a muchos de vosotros os cuesta pensar en buenos regalos. Así que este año he decidido facilitaros las cosas con una preselección de libros. Esta nueva entrada en mi blog subiré una lista de libros juveniles clasificados por géneros. En unos días crearé otras entradas similares: una de libros infantiles y una de libros para adultos.
Empezamos, para todos los que estéis interesados en los libros de fantasía, tengo cuatro grandes recomendaciones de libros y una de una fabulosa escritora. El primer libro que recomiendo es Graceling, de Kristin Cashore, un libro ambientado en la edad media, con personajes dotados con poderes que se enfrentan a numerosos desafíos.
Otra propuesta inteligente es la trilogía de la Deborah Harkness, ideal para todos aquellos a los que les fascina el mundo de la magia. Recordad que si os interesa la magia y los poderes oscuros también debéis mirar con atención las obras de Trudi Canavan, una verdadera leyenda en este ámbito. Tampoco debemos olvidar la trilogía de Mentes Poderosas, escrita por Alexandra Bracken, que nos adentra en un mundo donde los niños son temidos y considerados monstruos por los adultos debido a sus poderes. El último libro que quiero destacar de este mismo género es La caída de los reinos de Morgan Rhodes, un libro donde la lucha por ocupar el trono es el principal leiv motif, junto con los poderes que confiere a sus ocupantes.
Pero si lo que realmente os gusta es Star Wars, Blade Runner o Star Treck, vuestro género es claramente la ciencia ficción. Un clásico de este género es Orson Scott Card que cuenta con múltiples libros de gran cualidad, aunque yo en esta ocasión os destacaré la saga de El juego de Ender. Otros clásicos juveniles de la ciencia ficción son Los juegos del hambre y Divergente, dos grandes sagas con mucho éxito.
Pero sin duda, uno de mis favoritos de ciencia ficción es la saga de Los legados de Lorien. Un maravilloso libro con un muy buen argumento sobre nueve aliens que aparentan ser humanos y se refugian en la Tierra. Se esconden de los mogadorianos, que están dispuestos a cualquier cosa para matarlos, pero solo los pueden matar siguiendo un orden. El protagonista es el número cuatro y ha llegado su turno.
Ahora pasamos a un tema siempre vigente. La novela romántica. Para este apartado tengo dos sagas. Predestinados, un libro de la Josephine Angelini, una autora joven con mucho talento e imaginación que convierte el mundo de Helena de Troya y los dioses griegos en la realidad de dos jóvenes adolescentes muy diferentes.
Casandra Clare es una autora cuyas novelas giran en torno a un mundo de su imaginación. La saga de El ángel mecánico no es la típica novela romántica con un argumento simple. Tesa se ha de enfrentar a un triángulo amoroso entre el bien y el mal a la vez que salva al mundo de criaturas demoníacas.
Por último, un género muy apropiado para este Halloween: el terror. Sin duda ya habéis adivinado cuál es mi elección este año. Stephen King. Ha sido una elección complicada y finalmente me he quedado con dos de sus libros. Misery y El cementerio de animales. Misery es un libro muy difícil de escribir sin aburrir al lector. Aunque todo sucede en un espacio muy reducido, sabe mantener la atención del lector en todo momento. El cementerio de animales es otro libro del mismo autor con características similares que consigue despertar el miedo a quién lo lea.
Espero que mi selección os resulte muy útil en estas fiestas y que no dejéis de proponerme nuevas ideas para las próximas entradas.
Si os gusta mi artículo compartidlo en las redes sociales.
                                                                                                                             Ona Redon

sábado, 30 de septiembre de 2017

Autorretratos   
     

Si pudiera ser un animal sería un ave, un ave de las que migran cada invierno, haciendo un camino largo y peligroso para llegar a su destino. Tengo la tenacidad de estas aves, no hago nada a medias y lucho hasta el final para conseguir lo que quiero. Soy trabajadora y constante, como las batidas de las alas de un ave y siempre doy mi opinión como un pájaro cantando.
Soy una chica abierta a nuevas ideas y experiencias, hambrienta de conocimientos y con muchas pasiones y hobbies que ayudan a definir mi carácter.
Mi pasión es la lectura. Me encantan los libros de fantasía, ciencia ficción, aventuras, policíacos, de terror…, leo siempre que puedo. Cada vez que empiezo un nuevo libro me adentro en un otro universo, mundo, planeta o país lleno de posibilidades, dónde puedo desconectar de la realidad y sus numerosos problemas, y luchar contra vampiros, brujos y asesinos.
Me encantan los animales y la naturaleza. Mi hermano menor y yo nos pasamos horas aprendiendo ornitología, mirando por el microscopio insectos, disecándolos o investigando cualquier cosa que nos llame la atención de nuestro alrededor.
También toco la guitarra y el piano, hago teatro, atletismo y natación, actividades que me gustan y son vitales para mí.  Si tuviera más tiempo me habría apuntado a más actividades saciando mi sed de nuevas experiencias. Pero lamentablemente el día solo dura 24 horas y me tengo que pasar 7 en la escuela.
Mi familia siempre me apoya y ayuda cuando lo necesito y mis padres me empujan y animan a mejorar.
Estoy orgullosa de la persona que soy y en la que me he convertido y espero seguir asi en el futuro.
                                                                                                       Ona Redon



El cerebro, un lugar lleno de pensamientos que solo tú puedes oír y entender, que definen al cien por cien quien eres en realidad. Hay gente que lo muestra sin ningún problema, gente que no dice nada y otros, como yo, que mostramos una pequeña parte de nosotros a todo el mundo pero solo con gente en la que confiamos mostramos el resto.
Si no me conoces puedes pensar que soy una chica alegre, que estoy sonriendo todo el día y que no me importa nada, pero si me conoces en realidad sabrás que soy una chica alegre, que estoy sonriendo todo el día pero que también se estar seria y concentrada, que todo lo que me dicen y me hacen se me queda en la mente, que nunca se me ocurriría vengarme, y que mi cabeza está llena de ideas estúpidas y divertidas.
Si no me conoces puedes pensar que saco buenas notas, pero si me conoces en realidad sabrás que tras esas buenas notas hay una parte de mí que estudia y que se esfuerza mucho, que se queda los sábados por la mañana siempre en casa para entregar la tarea a tiempo.
Si no me conoces puedes pensar que soy cabezota, pero si me conoces en realidad sabrás que soy la persona más cabezota y más competitiva del universo, y que aunque no tenga la razón defiendo mis ideas hasta puntos inimaginables.
Si no me conoces podrás pensar que con mis amigas me lo paso bien, pero si me conoces en realidad sabrás que con mis amigas me lo paso genial, no hay un día que no me ría a carcajadas, y puede que sea porque soy de risa fácil o porque simplemente es divertido la manera en la que nos hablamos, las caras que hacemos o las estúpidas ideas paranoicas que teneos.

En definitiva, si no me conoces podrás pensar muchas cosas de mí, que puede que no sean del todo ciertas, y si me conoces en realidad sabrás mucho más de mi y de mi personalidad. Aunque, puede que os sorprenda, pero aun conociéndome mucho, aún siendo mi mejor amigo no lo sabrás todo de mí. Yo pienso muchas veces antes de hablar o hacer alguna cosa. Algunos dirán que por eso soy sensata, otros dirán que oculto cosas, pero hay partes de mí que ni yo las puedo saber yo.
                                                                                            
                                                                                                Elena González

Paula Navarro Garcia así me llamo , todos dicen que soy una chica muy ordenada , simpática, y buena , quizá es un tópico de la típica persona pelota. No me preocupa demasiado lo que algunas personas puedan pensar de mi , pues yo soy la única que se como soy en realidad. Mi pelo es una mezcla de rubio medio castaño , porque la mitad de personas dicen que soy rubia y los otros lo contrario. Soy una chica como dicen mis amigas, un palo, alta y delgada, y según alguien especial para ella soy la patas de cigüeña. Tengo los ojos marrones claros que  parecen los típicos caramelos de café de las abuelas. Mi nariz  como dice mi tía Laura parece el asiento de una moto por eso no me gusta nada, así que mi madre me dice que tengo una hija con una nariz de narices. Tengo las cejas del color del pelo y super finitas , bueno me falta un cuarto de ceja por culpa de un accidente cuando era más pequeña.

  Carácter, que difícil palabra , según mis cercanos, soy muy golosa y no paro de comer bollería industrial, pero en fin aparento ser bastante seria a simple vista pero en realidad soy todo lo contrario , soy una niña que me hacen reír  las cosas más simples como los chistes malos de una niña o la risa de otra persona.
Soy un poco insistente con lo que quiero, según la mayoría de personas que me conocen. Soy como lo diría, un poco especial , bueno al igual que  todas las personas obviamente. Normalmente en clases soy una persona que se esfuerza mucho, pero a la hora del patio soy como una cabra por la montaña, puedo llegar a ser una niña un poco pesada , pero en realidad soy bondadosa y también bastante generosa y empática.

  Aficiones, no se que decir, principalmente me gusta ver series anime y los cómics manga, también me gusta mucho la cultura japonesa y su estilo de vida. En fin, sigamos, me gusta mucho cocinar y mirar la tele y lo que más me cuesta es sentarme a leer un libro que no me interese , sin embargo me gusta echarme una buena partida a la nintendo con mi hermano los fines de semana mano a mano. A veces tengo la sensación de que soy un poco perezosa depende en que cosas, y quizás siento poca confianza en mi misma algunas veces, pero me ayuda el sentirme muy alegre y saber disfrutar de las pequeñas cosas.

 Así me lo han enseñado mis padres. 

                                                                          Paula Navarro

Para la gente que no me conoce, soy una persona tímida, que nunca levanta la mano en clase y que suele sacar buenas notas. Las personas que creen que soy de esta manera no me conocen de verdad, ni tan solo un poco. Sin embargo, creo que nadie sabe cómo soy, ni siquiera yo. Los que creen conocerme bien, no lo hacen, ya que solo me han conocido en un ambiente, y lo que no saben es que tengo distintas maneras de ser.
En cambio la gente que conoce una parte de mi sabrá que me cuesta escribir, pero que me gusta leer. Que puedo parecer una persona seria, pero que también puedo dejar de serlo.                                                                         Esta gente me dice que soy inteligente, amable, simpática y trabajadora. Suelen comentarme que aunque sea tímida al principio, una vez me han conocido y han descubierto como soy, dicen que soy una persona divertida. En eso discrepo, soy una persona a la que le encanta que la hagan reír.             
Alguien que me importa me ha dicho que soy una persona celosa, y pese a todos mis esfuerzos, sí que lo soy, solo que no me doy cuenta. Me considero una persona introvertida, de las que no expresan sus sentimientos a la gente y se los guardan para sí mismos. Soy una persona más bien negativa y a la que las acciones de la gente se le quedan grabadas en la memoria, pero a la que no le gusta la venganza.
Soy de las personas que se preguntan cómo afectaran sus acciones a los demás. Que siempre está dispuesta a ayudar sin pedir nada a cambio. Y de las que solo pide ayuda cuando la necesitan de verdad, ya que no me gusta depender de los demás.
A diferencia de otra gente, me gusta quedarme en casa ya que creo que es mi lugar seguro, donde nadie puede criticarme. Las críticas no las llevo bien, nunca lo he hecho y nunca lo haré, ya que la mayoría de las veces  pienso que me están atacando y lo paso mal.
 Soy alguien que se monta sus propias historias en la cabeza y de las que antes de hacer algo se lo tienen que pensar mucho. También soy insegura y necesito la aprobación de mucha gente para saber que algo está bien hecho.
Soy de las personas que creen que no somos lo que mostramos, que lo que parecemos ser solo es un espejismo de la realidad, que le gusta creer en el destino y que no tiene favorito de nada. De las que se emocionan al ver una película y que muchas veces puede llegar a ver lo que no es. Me gusta presenciar los pequeños detalles de la vida. A las que el sonido de la lluvia les relaja y les encanta el olor de tierra húmeda cuando acaba de llover. De las que les encanta captar la vida con una cámara. Y de las que creen que muchas veces el amor no nos deja ver las cosas con claridad.  Así que si tuviera que describirme en tres palabras estas serían: introvertida, altruista y perfeccionista.
                                                                                                        Ainhoa  Gomis 


ME GUSTA... NO ME GUSTA...

Me gustan los días de lluvia en casa, quedar atrapada en un libro, emocionarme al escuchar una canción y el olor de la tierra húmeda. Me encanta el sonido del tecleo en un ordenador, las miradas que están llenas de palabras, observar a la gente sin que se den cuenta, la magia y su secreto indescifrable. Me apasionan las tardes de los sábados, el olor de las palomitas recién hechas y la sensación de la lluvia en mi piel. Detesto ser el centro de atención, las decisiones imposibles y que me interrumpan al hablar. Odio los lunes, las sorpresas, las mentiras y las hojas en blanco que esperan ser escritas. Me repele la gente que se cree protagonista de todas las historias, las personas interesadas y cotillas.
Me fascinan los relámpagos que cruzan el cielo, las tardes de verano en las que el cielo adopta mil tonalidades distintas, las auroras boreales y la Navidad. No soporto el traqueteo de las sillas, quedarme en blanco y que pase el tiempo y no me dé cuenta. No me gustan los besos, olvidarme de las cosas ni madrugar. Que el tren este lleno, que las personas me insistan, no saber hacer algo o no tener el control de todo me desespera.
                                                                                Ainhoa Gomis
ME GUSTA… NO ME GUSTA...
Me gusta el sonido de las hojas de los árboles, el viento rugir, el silencio, las combinaciones de notas musicales…,pero no me gustan los que hablan mucho y dicen poco; los ruidos de los coches , las ciudades...
Me gusta hacer sonreir a los que quiero. Me chifla que me regalen una sonrisa al iniciar el día.
No me gusta la soledad, que me rechacen y me oculten las cosas.
No me apasionan los días de lluvia porqué salen caracoles ylos ODIO!
 No me gusta la calor porque sudo y estoy sucia. Losdías que me fascinan son los de sol y frío.
Detesto las judías verdes y la nata. Me aburre jugar a fútbol e ir a la escuela. Me encanta
encontrarme con mis amigas, hablar con ellas y cada día aprender nuevas cosas.
Me encanta pasar tiempo con mis padres y hermanos, sobre todo cuando nos vamos de excursión en vacaciones.
¡Me chiflaría viajar por todo el mundo!
                                                                               María Umbert
ME GUSTA…
Me gusta leer al aire libre, es más real y fascinante. Odio leer por obligación. Me gusta tocar la guitarra, me despeja y cautiva en el ritmo de la melodía que toco, haciéndome olvidar de la realidad.
Me encanta cuando llueve, el sonido de la lluvia, el olor de un bosque húmedo, el tacto de las plantas mojadas, el canto de los pájaros y el constante runrún de los grillos.
Me gusta la gente abierta, con la que puedo bromear y reír. Odio los que no aceptan ayuda, quienes mienten, los repelentes y los competitivos.
Nunca me ha gustado ir a la escuela, de pequeña lloraba y ahora voy con desgana; se aprende más en la realidad de la vida, con la familia, los viajes, los museos y las excursiones, que yendo a clase a oír una persona hablar.
No me gustan los profesores que se repiten, ni los típicos trabajos “cooperativos” dónde sólo uno trabaja.
Pero sin duda lo que más odio es ir de compras y el reggaetón.
Ona Redon Muñoz

Me gusta/ No me gusta
Me gusta irme a dormir tarde pero adoro dormir, reírme y que me hagan reír.
Mojarme el pelo, sumergirme en el agua, en la piscina o en la playa.
Adoro la pizza, e ir a comer fuera con la familia.
Me encanta taparme por la noche cuando hace frío, pero también ponerme shorts cuando hace calor.
Adoro las lenguas, inglés, catalán, castellano… estar con los amigos y con la familia.
Me gusta cuando se me engancha una canción y salir y estar todo el día fuera.
Me agradan los profesores que explican de una manera diferente, pero odio cuando se quedan en silencio.
Adoro la comida, pero la verdura es una excepción.
Me gusta la sensación de viernes tarde, esa sensación de libertad, y sentirme querida.
Sacar buenas notas y quedar con mis amigas.
Vinyet Coll
Me gusta, no me gusta
Me gusta jugar a la consola, los videojuegos, mirar videos en YouTube, estar conectado al móvil.                                                                                 
Me encanta la música, hacer el vago siempre que puedo, las películas de comedía, tener amigos, la gente sincera, no te mienten.  Me apasionan los legos, ver la televisión, la tecnología, jugar al futbol con mis amigos, madrugar los días que no hay instituto, ir a comprar videojuegos y comer.  Lo que de verdad me gusta es estar en la luna de Valencia mientras estudio. No me gusta la tranquilidad, estar estudiando todo el día, los espacios cerrados, las personas que se creen superiores, el terror.                                         
Odio los insultos, pegar a mi hermano, las verduras, ir a dormir tarde y los ratos de espera. No soporto los pantalones anchos, la gente falsa, los coches antiguos y hacerme daño.  
                                                             Alex  Hernández         

RELACIONES



Querido Nico,
 ¡Cuánto tiempo! ¡Te he echado mucho de menos! No tengo palabras para hablar… ¿Cuánto hace que no nos escribimos, ocho meses? Llevo tanto tiempo estudiando en Boston que ya he perdido la noción del tiempo... ¡Dentro de un mes termino la carrera y podré volver a casa! Tengo muchas ganas de volver a ver tu sonrisa de oreja a oreja, tus chistes y tus bromas, tus súper pecas en tu rostro... , ¡te quiero volver a ver!
 Me han ocurrido tantas cosas estos meses que no sé por dónde empezar. La familia con la que estoy viviendo me regaló un “tour” en caravana por todo los Estados Unidos, ¡alucinante! Me fui con una amiga, Kate, y un amigo, Matt. Visitamos Nueva York, Washington, Chicago, Tejas, los Ángeles, las Vegas, San Francisco…¡fue una de las dos mejores semanas de mi vida! Pensé mucho en ti durante el viaje; por eso te envío una súper camiseta de los Golden State Warriors para que la disfrutes muchísimo. (¡Que sepas que la camiseta es original!)
 Tengo una gran sorpresa para ti, cuando llegue a Barcelona el 6 de diciembre (¡TU SANTO!) te la diré… Con mucho cariño y amor, Inés XOXOXOXOXOXO P.D.: Reza mucho para que apruebe el examen final, “porfi”. ¡Si no lo apruebo me tendré que quedar otro año más! ¡Era broma! (Jajajajajajaja).

 Querida Inés,
 ¡Yo también te he echado mucho de menos! Mi vida ya no es lo mismo sin ti: me siento solo, me aburro… ¡Por favor, vuelve lo más pronto posible! 
El pasado junio acabé la carrera, ¡Al fin estoy libre! Ahora estoy buscando trabajo; la gente se queda con la boca abierta cuando les digo que soy licenciado en ingeniería aeroespacial, no entiendo por qué.
 ¡Gracias por regalarme esta súper camiseta! ¡Me encanta! Estoy escribiendo la carta con la camiseta puesta, ¡No me la saco ni para dormir! ¡No dudes en que rezaré mucho por ti! ¡Cada día lo hago mil veces! Ya verás que te saldrá súper bien. 
 La foto que ha venido junto a la carta es super bonita, me encanta porque sales tu reflejada en ella. ¿En qué lugar está tomada la foto? ¿Quién es el chico que sale en ella, ehhh? Me alegra mucho saber que estás bien y que este verano has pensado mucho en mi. No logro sacarme de la cabeza tu rostro pegado a mí, tu gran sonrisa, tus ayudas, tus ojos, tus manos, tus labios… Eres… Eres… ¡Eres mi todito todo! 
Cuando vuelvas espero que me cuentes tu gran viaje y me traigas un gran regalo, tu vida. Te deseo lo mejor para ti y para tus exámenes.
 Si no te ponen un diez, no saben a lo que se enfrentan. (Jajajajajajajaja)
 Te quiero muchísimo, Nico XOXOXOXOXO
 P.D.: ¿Hay alguien más en la vida amorosa, a parte de un servidor?        

                                                                                                                               María Umbert

Nos queremos, aunque no lo parezca. Nos peleamos, a menudo por cosas estúpidas y sin importancia. Y nos odiamos, pero solo a ratos.
La envidio por ser más divertida que yo, por ser capaz de pasárselo bien con cualquier cosa y por llevarse bien con todo el mundo. La envidio porque aunque no sabe lo que quiere siempre tiene una idea de ello. La envidia mata, dicen. Ella me lo demuestra cada día.                                                                           Pero de la misma manera que yo la envidio a ella, ella me envidia a mí. Me envidia por sacar buenas notas casi sin estudiar y por atreverme a hacer cosas que ella nunca haría.                                                                                                                                              
Exteriormente somos bastante parecidas, solo con algunos detalles distintos. Pero somos el sol y la luna. Ella, resplandece cada día como el sol. Está llena de vida y energía. Y probablemente sea la persona más divertida que conozco. Yo en cambio, soy la luna. Que resplandece pero nunca por mucho tiempo.  Soy la luna porque para resplandecer necesita tiempo y esfuerzo. Soy una persona más bien seria, a la que le cuesta hacer amigos y que no sabe qué hacer con su vida.
Llegó a mí como un regalo de Navidad, pero se llevó todo el protagonismo y eso me molestó. De pequeñas nos pasábamos el día cantando las canciones que escuchábamos en la radio. Riendo por cualquier cosa y jugando a las muñecas. Me molestaba porque yo siempre las tenía bien vestidas y a ella, simplemente, le gustaba cambiarles la ropa. Recuerdo que cuando era pequeña había comida que no se la comía si no se la daba yo. Recuerdo que nos encantaba ir al zoo y que un día cuando estábamos jugando me hice un golpe en la cabeza y fruto de ello ahora tengo una pequeña cicatriz. Que cuando volvíamos de la escuela jugábamos al veo veo y que nos encantaba decorar el árbol de Navidad. Pero a medida que íbamos creciendo ella solo quería jugar y yo no podía, entonces nos empezamos a distanciar.
Pero la sigo buscando cuando necesito que alguien me haga reír y ella busca mis consejos y respuestas. Sé que nunca parará de buscar uno de mis besos y abrazos y ella sabe que yo nunca pararé de negárselos. También sé que algún día nuestros caminos se separarán pero que nunca  lo suficiente para no volvernos a hablar.
Porque la sigo queriendo como a nadie. Y aunque no me guste reconocerlo, la echo de menos cuando no está en casa durante unos días. Noto la ausencia de sus bromas y de nuestras peleas.                          

La quiero porque se sus debilidades y sus fortalezas. Y porque ella sabe las mías. Porque sé que se pone nerviosa cuando llega tarde a algún sitio y también sé que se inquieta cuando no tiene tiempo y tiene muchas tareas. Porque somos cómplices de nuestras risas, nuestras bromas y nuestros secretos. Porque hemos vivido momentos inolvidables y otros que hemos preferido olvidar. Porque sé que algún día solo quedaremos nosotras dos y nos necesitaremos como nunca. Y sobre todo porque, al fin y al cabo, es mi hermana.
                                                                                Ainhoa Gomis

SIN ÉL
Lo odio. Lo detesto y aborrezco por todo el daño que me ha hecho sentir y las lágrimas que me ha hecho derramar. Lo odio por los buenos momentos juntos y las incontables veces que me ha regalado una de sus hermosas sonrisas o que sus ojos grises han brillado con entusiasmo.
Lo odio por ser amable, divertido y generoso, por quererlo y por no poder olvidarlo. Por las noches en vela que he pasado despierta pensando en él y los numerosos momentos en que me he perdido imaginando un final en el que él seguía siendo protagonista.
Lo odio, pero lo amo. Sé que no es culpa suya irse y dejarme en un universo ahora entristecido sin él. Sé que no es culpa suya morir. Que su corazón dejara de funcionar o que la ambulancia llegara tarde. No es culpa suya que una parte de mí muriera con él.
Lo amo. Lo aprecio y adoro más que a mí misma, más que las estrellas; no puedo pensar en una realidad sin él. Pero lo intentaré porque sé que él me ama, que quiere que vuelva a ser feliz, a reír, a sentir y a enamorarme.

                                                                                                                    Ona Redon

Amistad

El día transcurría monótonamente. Empezó a las 7 de la mañana, escribiendo novelas para mi jefe.
Después de terminar mi jornada laboral una hora antes de lo previsto, pensé en darle una sorpresa a mi marido, llevándole la cena para poder pasar más tiempo juntos.
Al llegar a casa me llevé una desagradable sorpresa. Mi marido, Jorge, se estaba besando con una chica rubia mucho menor que él. No me lo podía creer. ¿Cómo había podido hacerlo? Aunque no tuviéramos una relación muy estrecha, íbamos tirando.
Decidí irme a una plaza a comerme el manjar. A pesar de haberme sido infiel, la comida me reconfortaba, mejor eso que entrar en casa y partirle la cara a esos dos. Encima tenía que haber sido en nuestro hogar…
Pensé en qué podía haber hecho mal, para lanzar nuestra relación por la borda, pero luego me di cuenta de que yo NO tenía la culpa, yo NO le había engañado con otra persona y le había sido siempre leal.
Llamé a una amiga para explicarle todo lo que había sucedido. Me vino a buscar, me llevó a su casa y pasamos toda la noche juntas.
Se demostró, al menos en este caso, que las amigas están SIEMPRE, pase lo que pase, consolándote.
Terminé mi relación con Jorge al día siguiente y, ¿a qué no sabéis lo que dijo? Que no había tenido ningún tipo de vínculo con una mujer rubia y aseguraba que me quería más que a nadie. No me lo creí, no quería seguir perdiendo el tiempo con aquel individuo. Pasé página. Lo superé.

                                                                             Vinyet Coll

Estimado Guiu,
¿Cómo se puede ser tan tonta? Suficiente para tragarme tus mentiras, suficiente para dejarme llevar por tus encantos, suficiente como para perdonarte una y otra vez, pero ya estoy harta. No puedes ir por la vida así, enamorando a cualquiera por el simple hecho de que te parezca divertido destrozar corazones. Me he cansado, me he cansado de tus mentiras, de tus caras de niño bueno, de las excusas, me he cansado de TI, pero aún más me he cansado del dolor que siento cada vez que te vas,  y de cada vez que me obligo a mi misma a perdonarte.
No soporto más el dolor que me haces sufrir, mi corazón no quiere seguir latiendo así,  ¿para qué? Si volverás a romperlo y tendrá que volver a empezar, de tantas veces que me he caído no me quiero levantar más, en el suelo se está mejor, aunque me pisen, no tengo que sufrir otra vez los empujones que me hacían caer.
Se de sobras que esta carta no te va a importar, soy una más en el cajón, ese cajón lleno de recuerdos que ya no te importan, pero los guardas para releerlos cuando estés triste y darte cuenta de cuántas vidas has destrozado. Sé que nunca te importe, pero tú a mí sí, así que siéntete orgulloso de haber hecho pedazos un corazón más.
Adiós, te echare de menos.
Martina                                                                
                                                                   Elena González

Querida Martina,

No sé si llegaras a leer esta carta, pero si lo haces, solo quiero decirte que lo siento, que siento haberte fallado tantas veces, que hayas tenido que sacrificar tantas cosas por mi y yo no te haya hecho caso . Lo siento por todas las lágrimas que te  he hecho derramar y sobre todo siento tener que decirte adiós por ultima vez en una simple carta.

Después de todo lo que hemos pasado juntos, de todos los momentos épicos y divertidos que hemos pasado juntos, como  aquella vez fuimos aquel bosque de picnic o cuando fuimos de cena y acabamos en casa comiendo pizza. Gracias por cada día que hemos pasado juntos y porque nunca te podré olvidar, ya que has cambiado mi vida.

Solo quería decirte que no debes llorar por favor , se que es difícil de olvidar para los dos pero te prometo que , nunca olvidare los momentos que hemos pasado juntos , pero si quiero llegar a ser medico necesito irme a lAfrica por un tiempo. Amada Martina prométeme que nunca te olvidaras de mi ,te juro que algún día volveré y podremos hacer nuevos recuerdos para no olvidarlos nunca.
Puede que no te haya dicho suficientes veces que eres perfecta que te quiero, pero te aseguro que la sonrisa que se me pone al verte, al pensarte es lo más sincero del mundo.

Hasta pronto!!!

Guiu
                                                                                       Paula Navarro






ESPEJO MÁGICO.   Imagina tu vida dentro de 10 años
Estoy contenta, he quedado con mis amigas de toda la vida. Ya hacía más de cinco años que
no nos veíamos y tenía muchas ganas de verlas. Me contaron cosas espectaculares: una de
ellas trabajaba en Cancún, otra había estudiado biociencia…, ¡que rápido pasa el tiempo!
Lo primero que les dije fue: “¡Soy tía!”. Me hizo mucha ilusión explicarles eso porque tenía
tres sobrinitos preciosos y no podía esconder esa gran noticia.
Luego decidí continuar con mi gran historia.
Cuando terminé cuarto de la eso me fui a hacer el bachillerato social a Barcelona. Me lo
saqué con un muy buenas notas (según mis padres).
Me costó mucho decidirme por la carrera a estudiar, pero mi padre me convenció en hacer
derecho, como él.
El verano que cumplía 21 años mis primas y yo no quisimos ir a África con una ONG
destinada a ayudar a las familias más necesitadas. Fueron unos meses inolvidables.
Me gradué al cabo de cuatro años de empezar la carrera, con 22, en la Universidad Pompeu
Fabra de Barcelona. Al acabar la carrera y no encontrar trabajo decidí irme a Estados Unidos
durante un año y medio con una familia. Este viaje me cambió la vida completamente.
Encontré a mi media naranja, un piloto de aviación estadounidense. Actualmente llevamos
dos años, cuatro meses y seis días.
Me preguntaron más cosas sobre mi relación con Luke, mi cielito, y les dije que aunque no
lo veo demasiado lo quiero muchísimo y espero que algún día me pida matrimonio.
Actualmente vivo con mis padres y con mis hermanos (los que quedan) y espero que el día
de mi boda pueda ir a vivir con Luke. Él siempre dice que quiere formar una gran familia, o
sea, con muchos hijos, pero yo le digo que poquito a poco y que las cosas sean como Dios
quiera.
-¿Y hoy en día trabajas?- me preguntó Ona. Yo les dije que al volver del viaje a Estados
Unidos me contrataron en un bufete de abogados en Barcelona. (¡Es una pasada!).
Precisamente hace tres día tuve mi primer juicio como abogada y estaba muy nerviosa,
pero al final lo acabé ganando.
Ahora, con 25 añitos, espero mucho más de la vida y deseo que algún día mi bomboncito y
yo podamos formar una gran familia.
                                                                                              María Umbert

- ¡Ona! Pásame el kétchup. —gritó Elena desde la otra punta de la mesa, haciéndose oír sobre las carcajadas y conversaciones de nuestros amigos.
Vivimos juntas des de hace cuatro años, en un apartamento acogedor y silencioso, en Barcelona, la capital de la república independiente de Catalunya, cerca de la playa.
Hoy es un día especial, y lo estamos celebrando con nuestros amigos de la infancia: María, abogada; Ainhoa, una gran directora de una empresa en auge, que ha venido acompañada con su prometido, Berni; Paula, secretaria y Carla, bióloga marina que ha venido con su novio mexicano Carlos.
Esta noche celebramos mi nuevo trabajo, he conseguido un empleo fijo en un centro de investigación biocientífica.
Mi interés en la biociencia empezó en el verano de primero de bachillerato, estudié en un bachillerato internacional en Barcelona, gracias a una beca. Ese verano conseguí un puesto de ‘Joves i ciència’ y tuve la oportunidad de pasarme el verano en una casa rural en la que descubrí mi pasión por la ciencia gracias a la paciencia y a la dedicación de un grupo de científicos. Los dos veranos siguientes, también estuve fuera, uno en un centro de investigación y el otro en el extranjero en un campus de jóvenes científicos.
A los dieciséis años me saqué el examen del Advanced y a los dieciocho el carnet de conducir y el Proficiency.
Empecé a trabajar a los diecisiete años, dando clases de repaso a algunos niños para conseguir dinero para un coche y un apartamento compartido con Elena, que es especialista en márquetin. Estudié cuatro años en la universidad y me pasé un año haciendo un erasmus en la universidad de Cambridge.
Con este nuevo empleo, empiezo una nueva etapa de mi vida, que espero disfrutar al máximo. Y de aquí a unos años, haré un año sabático para viajar por el mundo.
- Ona, vuelve al presente y pásame el kétchup por favor. —repite Elena
- Sí, sí, ya va. —respondo tirándole el kétchup.
Esta noche mis amigos y yo continuamos charlando y riendo, olvidándonos todo, hasta bien tarde, hasta que ya no podíamos mantener los ojos abiertos del sueño, y nos dolía la panza y las mejillas de tanto reír.

Porque es así como se crean los mejores recuerdos y es así como se vive la vida.
                                                                                              Ona Redon


sábado, 5 de noviembre de 2016


Redacciones 3 ESO


-Por mucho que no te tenga cerca, siempre estaré junto a ti. –  Eso fue lo último que recuerdo de aquellos duros y trágicos años.
Volvía de la universidad estresada y agobiada por la cantidad de trabajos y exámenes que tenía que hacer, cuando me llamó mi hermana llorando pidiéndome que fuera a su casa, tenía algo que contarme, y por su forma de decírmelo, era importante. Cogí el primer taxi que paso y me dirigí a casa de mi hermana. Cuando llegue, me abrió la puerta su marido, mi cuñado, y me invito a tomar un café, no se lo negué, estaba tan nerviosa. Inmediatamente mi hermana bajo al comedor a hablar conmigo, no la reconocía, estaba pálida como la nieve y sus ojos estaban secos de tanto llorar. Delicadamente le acaricie su cara y le cogí de la mano. Y me dijo:
-Maa..rii..naa…- esforzándose para no caer otra vez y ponerse a llorar.
- Tienes que llevarme al médico, no me encuentro bien, la pierna se me está poniendo morada y apenas la siento, no te asustes pero tiene muy mala pinta, el corazón me va tan rápido que se me va a salir del pecho, David, mi marido, tu cuñado, no sabe nada y tampoco quiero que sepa nada, no lo quiero asustar, es muy sensible.- me dijo temblando.
Yo rápidamente la cogí y me la lleve al hospital más cercano. Se la llevaron rápidamente a observación y me dieron paso para verla, ella estaba dormida. Entro una doctora y me lo empezó a explicar todo:
-Buenas tardes, su hermana ha sufrido maltrato durante estos últimos meses, tenía la pierna morada, a causa de que le habían estado golpeando fuertemente la pierna y por eso no respondía, pero eso es lo de menos- me dijo preocupada.
Yo en ese momento no respiraba, no me lo creía, estaba súper asustada. La  doctora, cogiéndome del hombro me dijo:
- Mejor siéntese. Su hermana, aparte de los golpes en la pierna y en alguna que otra parte, fue golpeada en la cabeza fuertemente, y como ya sabrá, la cabeza es muy débil y muy frágil, y le ha causado un derrame cerebral, por eso la pierna y la mano no las notaba. Le hemos inducido el coma para que no sufra más mientras que se va mejorando, no podemos avanzarte nada más porque no sabemos si se va curar o no, pero te iremos informando. Puedes marcharte a descansar que hoy le ha sido un día largo, no te preocupes, tu hermana está en buenas manos.
Su última frase me tranquilizó. Igualmente decidí quedarme esa noche ahí junto a mi hermana, mientras que llamaba a todos mis familiares más cercanos a explicarles la situación.                                                                                                                                                 Marina G.

Hola mi nombre es Nuria.
Un día me levanté, dentro de lo que se podía, rápido. Observé el reloj, en ese momento marcaba las siete y once de la mañana.  Encendí la luz y los ojos me dolieron por la fuerza de ésta. Decidí levantarme de una vez por todas y subir la persiana y así lo hice. Me lavé la cara, me vestí, almorcé y salí dirección el instituto a unos diez minutos de mi casa. Por el camino me entretuve viendo a la gente pasar imaginándome hacia dónde se dirigían. Por fin llegué al instituto. Allí me esperaba un día muy duro, tenía tres exámenes definitivos para mi futura carrera, todavía no tenía muy claro lo que iba a hacer pero si por dónde se encaminaba.
Después de éste día tan largo, llegué a casa. Me puse directamente a hacer la redacción que la profesora de lengua nos había mandado. No sabía ni de que iba a tratar así que empecé a escribir ideas sin sentido hasta que me vino una a la cabeza y de allí la amplié. Al día siguiente la misma rutina, ésta vez no había nadie por la calle, ni nadie en la puerta. En la clase sólo había cuatro personas y ninguna me sonaba. Si que es verdad que no me relacionaba mucho con ellos pero si que me sabía sus caras y esas desde luego no eran. Me extrañé mucho, los profesores no sabían mi nombre y uno de ellos empezó su clase empezó así:
-        Hola mi nombre es Laura, soy vuestra tutora, bienvenidos al instituto. No os tenéis que sentir incómodos, todos hemos vivido nuestras vidas pero en algún momento se tenían que acabar.
No entendía lo que estaba diciendo así que en cuanto acabó la clase le fui a preguntar que dónde me había metido. Ella cambió la cara por completo no entendía cómo no lo iba a saber.
Después de cinco días me lo explicaron, estaba en otro mundo el mundo dónde todas las personas que estaban allí estaban, como decirlo de una manera suave…… no estaban con vida. No entendía como podía estar allí. Así que intenté recordar, no lo conseguía. De golpe vi a mi madre ella también estaba allí, ¿Por qué? Ella me lo explicó todo.
Un día salí un momento, y justo al salir de casa un coche se desvió y me atropelló y estuve un mes en coma hasta que no soporté mas. Pero ella, ¿Que hacía allí, como era capaz de haber dejado a mi hermano de cinco años sólo? No lo comprendía. Y justo cuando me lo iba a explicar desapareció.
No la idea ésta no me gusta, ésta es la típica historia, otra vez a empezar de nuevo.                                         Marta E.

Querida abuela,
Quiero empezar dándote las gracias por todo lo que has hecho por mí, por lo que me has aguantado, por todas las veces que me hacías esas comidas tan buenas que me encantaban. Quiero darte las gracias por todo lo que me has regalado, porque me has enseñado a crecer más fuerte que nunca y a no rendirme. Eres la persona con más fuerza y más confianza en que todo saldrá bien, que nunca he conocido y creo que no voy a conocer. Gracias por todos y cada uno de los momentos que he pasado contigo y por todas las sonrisas que me echabas aun sabiendo que lo que estaba haciendo no era del todo correcto. Gracias por enseñarme valores de la vida que yo no conocía, por hacer que confíe mas en mi misma, para tener una esperanza en todo lo que se interponga en mi camino, a confiar en las personas y a escuchar a los que me quieren. Que, si me equivoco en algo, me caigo, me levanto y sigo, porque no me puedo quedar siempre llorando por una cosa que a todo el mundo le toca, antes o después, pero a todos nos toca.
Espero que estés bien allí donde estés, y que tengo muchas ganas de volverte a ver. Te quiero muchísimo.                                                               Berta E.

Redacción. Tema libre

Aquello en que todo el mundo sueña y aspira, todo lo deseado por cualquier ser, se reduce a una simple palabra de apenas seis letras… el verano.
Y al pronunciar esta palabra, se viene a la cabeza la imagen de estar tumbado en una hamaca a la sombra de los árboles, los insistentes rayos del sol colándose por los pequeños espacios de entre las ramas e incidiendo en la piel, produciendo esa agradable sensación de calor; una calma abrumadora.
Siempre se presenta tan lejano y inalcanzable, que a veces parece incluso inexistente. Y cuando llega, uno cree sucumbir en un sueño profundo del que nunca fuese a despertar.
Los días son largos y pasan con tal lentitud que sugieren que las agujas del reloj han dejado de moverse. Puede que sean algo monótonos si no se realiza alguna actividad que interrumpa la regularidad de estos, pero, ¿qué más da? No dejan de ser tranquilos, permitiendo olvidar los problemas cotidianos del resto del año y ahuyentar el estrés acumulado. No cabe duda de que el verano es el mejor amuleto contra los nervios.
Pero todo tiene un fin, y desgraciadamente el verano no es una excepción. La vuelta al colegio y al trabajo son un cubo de agua helada que cae inesperadamente, alejando a cualquiera de sus fantasías. Próxima parada: la breve Navidad.
                                                                                               Noa P.

Querido diario,
Hoy en clase me estaba aburriendo mucho y me he puesto a pensar en cosas que me gustaría hacer al largo de mi vida, todo aquello que me gustaría ver con la gente que quiero, que me hace reír, en la que confío.
Total, que estaba allí mirando por la ventana, pensando, sobre todo en lugares increíblemente bonitos, los mejores viajes de mi vida, cuando se me ha plantado la profesora delante.
Se ve que me estaba preguntando algo sobre los antiguos romanos y algo así y no me he enterado, claro como siempre soy la que esta despistada pues ya me tienen fichada, madre mía, no puedo distraerme ni un segundo. Me ha hecho una de esas preguntas trampa, de las difíciles que si no escuchas te cae un cate, obviamente no la he respondido y ha caído el sermón del año, la misma charla de siempre, que, si tienes que estar atenta, que sí no escuchas luego no apruebas, que tienes que ser más culta…, el mismo rollo de siempre.
Después de un rato ha decidido ponernos un video sobre la forma de vida y esas cosas y, ¿qué ha hecho todo el mundo? Dormir. Como siempre, bueno vamos al grano que me enrollo. Yo no tenía sueño después de los gritos que me había pegado así que he cogido un papel y boli y he empezado a escribir mi lista de deseos.
En ella había:
-        Viajar a nueva york
-        Viajar a Tailandia
-        Irme a trabajar al extranjero
Y más cosas que no puedo poner porque no solo van conmigo, estas tres cosas que para muchos pueden parecer una tontería, para mí son muy importantes y me gustaría cumplirlas. ¡Uy! Que se hace tarde, te acabo de explicar lo que ha pasado y me voy.
Al final ha sonado el famoso timbre tan esperado por tantísima gente y como muchos estaban dormidos ni se han enterado, menos mal que estamos el resto para levantarlos que sino…
Me ha llamado la profesora para hablar con ella que si estudiar, que si estar atenta, otra vez la misma historia, es que cuando se ponen pesados no hay quien los aguante, en fin, que es la escuela y no se puede hacer nada, a veces te gustan, a veces no, a veces son agradables, a veces no… uno se tiene que acostumbrar, la vida es dura y está llena de injusticias.
Esto acaba de empezar, bueno que me voy a cenar
 Hasta otra.     Jana O.


ESTO ES UNA CACA

Me desperté nerviosa, no sé por qué. Quería dormir un rato más, y me arrastraba por el colchón. Miré al despertador: se me había hecho muy tarde. Ya me estaba levantando a toda pastilla cuando recapacité: las 6:30h… Quedaba una hora para que sonase la alarma. Soy imbécil. Bueno, mejor, más tiempo para dormir.
Al cabo de una hora me sonó el despertador y, lógicamente, estaba dormidísima. Fui a buscar mis galletas favoritas, pero al abrir el armario vi que no habían. Me conformé con las otras. Me dirigí a mi habitación y me tropecé con mi hermana, que iba gritando enfadada por la casa por qué no encontraba su juguete.
-        ¡Esto es una caca! – gritaba frustrada.
Antes de sentarme me hice la cama, y cuando me disponía a degustar mis galletas no-favoritas, me di cuenta de que no había puesto a cargar el móvil la noche anterior y le quedaba poca batería. Lo enchufé rápidamente. “Genial, soy inútil” pensé. Me comí las galletas con cuidado de no ensuciar la cama con las migas, pero gracias al sobresalto que me dio el reloj, al indicarme que el tiempo pasaba demasiado deprisa, giré el paquete y todos los minúsculos trozos de galleta se esparcieron por el colchón y parte de la almohada. Suspiré, acerqué la papelera y lo recogí todo con agilidad.
Me preparé para el insti a mi ritmo, sin pausa pero sin prisa. Tenía el tiempo controlado al salir de casa. Cuando empecé a andar noté un dolor en el pie. Miré el reloj del móvil. ¿Cómo podía ser que ya fuesen y veintisiete? Aligeré el paso tanto como mi pie me lo permitió.
Al llegar a mi clase reflexioné sobre el día que me esperaba: largo, demasiado largo. Ordené mis ideas por prioridad y establecí unos objetivos que tenía que cumplir. De acuerdo, empecemos fuertes.
Imposible. En la 3ª clase me entró un sueño horroroso y, disimuladamente, eché una cabezadita apoyando mi cabeza en mi mano. No me han pillado, si hay algo que se me dé bien, es dormir.
Las clases de después del patio fueron irritantes. En la primera intenté aislarme en el “trabajo” de grupo que teníamos que hacer. Empecé a dibujar las ilustraciones de un manga, pero mi queridísima compañera me lo arrebató y no estaba dispuesta a devolvérmelo. Entonces me indigné y seguí dibujando en mi agenda durante una hora, sin abrir la boca y sin participar. La segunda hora estuvo bien, avanzar deberes, escuchar música en secreto… un poco aburrido.
En el comedor hicieron comida bastante rica, pero el patio se me hizo incómodo. Una monitora nos echó la bronca por algo de lo que aún no me he enterado.
Las últimas clases se me hicieron largas. Tenía ganas de ver a mis amigos.
Por fin salí de la cárcel, y me estuve un cuarto de hora con mi abuela.
Luego fui a la biblioteca donde me esperaban mis amigos. Tenía que hacer otro trabajo, pero resultó que no teníamos el material necesario y no pudimos hacer nada. Fui a cogerme un libro, y me detuve en la sección de películas. Estaba concentrada leyendo la sinopsis de una serie cuando un amigo me hizo un susto por detrás. Tuve que contener un grito y mis ganas de pegarle porqué estábamos en la biblioteca.
Los 5 nos dirigimos a la academia de inglés acompañando a dos amigos. Al llegar, todos se despidieron con abrazos, saludos y besos. Menos a mí. A mí me marginaron y no recibí la despedida de nadie. Se fueron sin dirigirme una palabra ¡Pues vaya!
Cuando llegué a casa, tuve que duchar a mi hermana, la cual, al terminar, se empapó el pelo con alcohol, y la tuve que volver a lavar. También recordé los objetivos que tenía que cumplir para el día: ni uno.
Después de cenar, uno de los piques de broma entre mi padre y yo se nos fue de las manos, y terminamos los 3 cabreados.
Me fui a mi habitación, mi santuario, estuve un rato con el ordenador y me fui a duchar. Cuando salí del baño todos ya se habían ido a dormir. Perfecto tú.
Cerré la puerta, me puse el pijama, me senté en la cama y suspiré. Pues sí, hermanita mía: ¡Esto es una caca!                                            Chiara d P.

Redacción:

“Hoy va a ser el día, hoy me van a adoptar”, era la frase que siempre se repetía al despertarse día tras día. Le costaba creer que eso pudiera pasar, pero no perdía la esperanza. Sabía que con su edad, los padres adoptivos no la querrían, ya que preferían alguien más pequeño, pero aún así seguía esperando a una familia que no le importara su edad.
Cada día se levantaba temprano, y como no podía salir de la casa se vestía y daba un paseo por todas las habitaciones principales, observando a la gente que estaba despierta a esa hora y pensando en sus cosas. La casa no era muy grande, pero si lo suficiente como para poder escabullirse cuando le apeteciera a algún sitio escondido y así alejarse de todo.
Nunca le había gustado el rumbo que había tomado su vida, nada envidiable, pero algo que prefería,  era el hecho de estar allí por no haber conocido a sus padres en vez de que los hubiera conocido y por causas múltiples ya no estuvieran con ella. No se sentía para nada una chica con suerte, pero lo que no sabia, era que la mañana del 24 de Enero le iba a cambiar la vida.

Ese día, como de costumbre, se vistió y salió a dar una vuelta. Por la casa no había casi nadie, y no sabía porque esa mañana se sentía tan bien. Como ya era medianamente grande, le pidió a su cuidadora si podia salir a la calle, y después de un rato entre suplicas, accedió. Fuera hacía un buen día, hacia frío pero tampoco mucho, iba paseando por la calle, cuando cayó a sus pies un gorro que había sido arrastrado por el viento, destrás, corriendo había una niña de su edad con aspecto refinado, cogió el gorro y se lo dió a la niña, esta se la quedo mirando pensativa un buen rato y luego cogió el gorro y se dió media vuelta. Iba a marcharse cuando sin razón alguna le dijo que como era nueva en la ciudad y no tenía con quién jugar, si quería jugar con ella. Ese fué el principio de una nueva amistad que le proporcionaría a ella un nuevo lugar donde vivir y una nueva familia que conocer. 
                                                                                                                  Claudia S.