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sábado, 30 de septiembre de 2017

Autorretratos   
     

Si pudiera ser un animal sería un ave, un ave de las que migran cada invierno, haciendo un camino largo y peligroso para llegar a su destino. Tengo la tenacidad de estas aves, no hago nada a medias y lucho hasta el final para conseguir lo que quiero. Soy trabajadora y constante, como las batidas de las alas de un ave y siempre doy mi opinión como un pájaro cantando.
Soy una chica abierta a nuevas ideas y experiencias, hambrienta de conocimientos y con muchas pasiones y hobbies que ayudan a definir mi carácter.
Mi pasión es la lectura. Me encantan los libros de fantasía, ciencia ficción, aventuras, policíacos, de terror…, leo siempre que puedo. Cada vez que empiezo un nuevo libro me adentro en un otro universo, mundo, planeta o país lleno de posibilidades, dónde puedo desconectar de la realidad y sus numerosos problemas, y luchar contra vampiros, brujos y asesinos.
Me encantan los animales y la naturaleza. Mi hermano menor y yo nos pasamos horas aprendiendo ornitología, mirando por el microscopio insectos, disecándolos o investigando cualquier cosa que nos llame la atención de nuestro alrededor.
También toco la guitarra y el piano, hago teatro, atletismo y natación, actividades que me gustan y son vitales para mí.  Si tuviera más tiempo me habría apuntado a más actividades saciando mi sed de nuevas experiencias. Pero lamentablemente el día solo dura 24 horas y me tengo que pasar 7 en la escuela.
Mi familia siempre me apoya y ayuda cuando lo necesito y mis padres me empujan y animan a mejorar.
Estoy orgullosa de la persona que soy y en la que me he convertido y espero seguir asi en el futuro.
                                                                                                       Ona Redon



El cerebro, un lugar lleno de pensamientos que solo tú puedes oír y entender, que definen al cien por cien quien eres en realidad. Hay gente que lo muestra sin ningún problema, gente que no dice nada y otros, como yo, que mostramos una pequeña parte de nosotros a todo el mundo pero solo con gente en la que confiamos mostramos el resto.
Si no me conoces puedes pensar que soy una chica alegre, que estoy sonriendo todo el día y que no me importa nada, pero si me conoces en realidad sabrás que soy una chica alegre, que estoy sonriendo todo el día pero que también se estar seria y concentrada, que todo lo que me dicen y me hacen se me queda en la mente, que nunca se me ocurriría vengarme, y que mi cabeza está llena de ideas estúpidas y divertidas.
Si no me conoces puedes pensar que saco buenas notas, pero si me conoces en realidad sabrás que tras esas buenas notas hay una parte de mí que estudia y que se esfuerza mucho, que se queda los sábados por la mañana siempre en casa para entregar la tarea a tiempo.
Si no me conoces puedes pensar que soy cabezota, pero si me conoces en realidad sabrás que soy la persona más cabezota y más competitiva del universo, y que aunque no tenga la razón defiendo mis ideas hasta puntos inimaginables.
Si no me conoces podrás pensar que con mis amigas me lo paso bien, pero si me conoces en realidad sabrás que con mis amigas me lo paso genial, no hay un día que no me ría a carcajadas, y puede que sea porque soy de risa fácil o porque simplemente es divertido la manera en la que nos hablamos, las caras que hacemos o las estúpidas ideas paranoicas que teneos.

En definitiva, si no me conoces podrás pensar muchas cosas de mí, que puede que no sean del todo ciertas, y si me conoces en realidad sabrás mucho más de mi y de mi personalidad. Aunque, puede que os sorprenda, pero aun conociéndome mucho, aún siendo mi mejor amigo no lo sabrás todo de mí. Yo pienso muchas veces antes de hablar o hacer alguna cosa. Algunos dirán que por eso soy sensata, otros dirán que oculto cosas, pero hay partes de mí que ni yo las puedo saber yo.
                                                                                            
                                                                                                Elena González

Paula Navarro Garcia así me llamo , todos dicen que soy una chica muy ordenada , simpática, y buena , quizá es un tópico de la típica persona pelota. No me preocupa demasiado lo que algunas personas puedan pensar de mi , pues yo soy la única que se como soy en realidad. Mi pelo es una mezcla de rubio medio castaño , porque la mitad de personas dicen que soy rubia y los otros lo contrario. Soy una chica como dicen mis amigas, un palo, alta y delgada, y según alguien especial para ella soy la patas de cigüeña. Tengo los ojos marrones claros que  parecen los típicos caramelos de café de las abuelas. Mi nariz  como dice mi tía Laura parece el asiento de una moto por eso no me gusta nada, así que mi madre me dice que tengo una hija con una nariz de narices. Tengo las cejas del color del pelo y super finitas , bueno me falta un cuarto de ceja por culpa de un accidente cuando era más pequeña.

  Carácter, que difícil palabra , según mis cercanos, soy muy golosa y no paro de comer bollería industrial, pero en fin aparento ser bastante seria a simple vista pero en realidad soy todo lo contrario , soy una niña que me hacen reír  las cosas más simples como los chistes malos de una niña o la risa de otra persona.
Soy un poco insistente con lo que quiero, según la mayoría de personas que me conocen. Soy como lo diría, un poco especial , bueno al igual que  todas las personas obviamente. Normalmente en clases soy una persona que se esfuerza mucho, pero a la hora del patio soy como una cabra por la montaña, puedo llegar a ser una niña un poco pesada , pero en realidad soy bondadosa y también bastante generosa y empática.

  Aficiones, no se que decir, principalmente me gusta ver series anime y los cómics manga, también me gusta mucho la cultura japonesa y su estilo de vida. En fin, sigamos, me gusta mucho cocinar y mirar la tele y lo que más me cuesta es sentarme a leer un libro que no me interese , sin embargo me gusta echarme una buena partida a la nintendo con mi hermano los fines de semana mano a mano. A veces tengo la sensación de que soy un poco perezosa depende en que cosas, y quizás siento poca confianza en mi misma algunas veces, pero me ayuda el sentirme muy alegre y saber disfrutar de las pequeñas cosas.

 Así me lo han enseñado mis padres. 

                                                                          Paula Navarro

Para la gente que no me conoce, soy una persona tímida, que nunca levanta la mano en clase y que suele sacar buenas notas. Las personas que creen que soy de esta manera no me conocen de verdad, ni tan solo un poco. Sin embargo, creo que nadie sabe cómo soy, ni siquiera yo. Los que creen conocerme bien, no lo hacen, ya que solo me han conocido en un ambiente, y lo que no saben es que tengo distintas maneras de ser.
En cambio la gente que conoce una parte de mi sabrá que me cuesta escribir, pero que me gusta leer. Que puedo parecer una persona seria, pero que también puedo dejar de serlo.                                                                         Esta gente me dice que soy inteligente, amable, simpática y trabajadora. Suelen comentarme que aunque sea tímida al principio, una vez me han conocido y han descubierto como soy, dicen que soy una persona divertida. En eso discrepo, soy una persona a la que le encanta que la hagan reír.             
Alguien que me importa me ha dicho que soy una persona celosa, y pese a todos mis esfuerzos, sí que lo soy, solo que no me doy cuenta. Me considero una persona introvertida, de las que no expresan sus sentimientos a la gente y se los guardan para sí mismos. Soy una persona más bien negativa y a la que las acciones de la gente se le quedan grabadas en la memoria, pero a la que no le gusta la venganza.
Soy de las personas que se preguntan cómo afectaran sus acciones a los demás. Que siempre está dispuesta a ayudar sin pedir nada a cambio. Y de las que solo pide ayuda cuando la necesitan de verdad, ya que no me gusta depender de los demás.
A diferencia de otra gente, me gusta quedarme en casa ya que creo que es mi lugar seguro, donde nadie puede criticarme. Las críticas no las llevo bien, nunca lo he hecho y nunca lo haré, ya que la mayoría de las veces  pienso que me están atacando y lo paso mal.
 Soy alguien que se monta sus propias historias en la cabeza y de las que antes de hacer algo se lo tienen que pensar mucho. También soy insegura y necesito la aprobación de mucha gente para saber que algo está bien hecho.
Soy de las personas que creen que no somos lo que mostramos, que lo que parecemos ser solo es un espejismo de la realidad, que le gusta creer en el destino y que no tiene favorito de nada. De las que se emocionan al ver una película y que muchas veces puede llegar a ver lo que no es. Me gusta presenciar los pequeños detalles de la vida. A las que el sonido de la lluvia les relaja y les encanta el olor de tierra húmeda cuando acaba de llover. De las que les encanta captar la vida con una cámara. Y de las que creen que muchas veces el amor no nos deja ver las cosas con claridad.  Así que si tuviera que describirme en tres palabras estas serían: introvertida, altruista y perfeccionista.
                                                                                                        Ainhoa  Gomis 


ME GUSTA... NO ME GUSTA...

Me gustan los días de lluvia en casa, quedar atrapada en un libro, emocionarme al escuchar una canción y el olor de la tierra húmeda. Me encanta el sonido del tecleo en un ordenador, las miradas que están llenas de palabras, observar a la gente sin que se den cuenta, la magia y su secreto indescifrable. Me apasionan las tardes de los sábados, el olor de las palomitas recién hechas y la sensación de la lluvia en mi piel. Detesto ser el centro de atención, las decisiones imposibles y que me interrumpan al hablar. Odio los lunes, las sorpresas, las mentiras y las hojas en blanco que esperan ser escritas. Me repele la gente que se cree protagonista de todas las historias, las personas interesadas y cotillas.
Me fascinan los relámpagos que cruzan el cielo, las tardes de verano en las que el cielo adopta mil tonalidades distintas, las auroras boreales y la Navidad. No soporto el traqueteo de las sillas, quedarme en blanco y que pase el tiempo y no me dé cuenta. No me gustan los besos, olvidarme de las cosas ni madrugar. Que el tren este lleno, que las personas me insistan, no saber hacer algo o no tener el control de todo me desespera.
                                                                                Ainhoa Gomis
ME GUSTA… NO ME GUSTA...
Me gusta el sonido de las hojas de los árboles, el viento rugir, el silencio, las combinaciones de notas musicales…,pero no me gustan los que hablan mucho y dicen poco; los ruidos de los coches , las ciudades...
Me gusta hacer sonreir a los que quiero. Me chifla que me regalen una sonrisa al iniciar el día.
No me gusta la soledad, que me rechacen y me oculten las cosas.
No me apasionan los días de lluvia porqué salen caracoles ylos ODIO!
 No me gusta la calor porque sudo y estoy sucia. Losdías que me fascinan son los de sol y frío.
Detesto las judías verdes y la nata. Me aburre jugar a fútbol e ir a la escuela. Me encanta
encontrarme con mis amigas, hablar con ellas y cada día aprender nuevas cosas.
Me encanta pasar tiempo con mis padres y hermanos, sobre todo cuando nos vamos de excursión en vacaciones.
¡Me chiflaría viajar por todo el mundo!
                                                                               María Umbert
ME GUSTA…
Me gusta leer al aire libre, es más real y fascinante. Odio leer por obligación. Me gusta tocar la guitarra, me despeja y cautiva en el ritmo de la melodía que toco, haciéndome olvidar de la realidad.
Me encanta cuando llueve, el sonido de la lluvia, el olor de un bosque húmedo, el tacto de las plantas mojadas, el canto de los pájaros y el constante runrún de los grillos.
Me gusta la gente abierta, con la que puedo bromear y reír. Odio los que no aceptan ayuda, quienes mienten, los repelentes y los competitivos.
Nunca me ha gustado ir a la escuela, de pequeña lloraba y ahora voy con desgana; se aprende más en la realidad de la vida, con la familia, los viajes, los museos y las excursiones, que yendo a clase a oír una persona hablar.
No me gustan los profesores que se repiten, ni los típicos trabajos “cooperativos” dónde sólo uno trabaja.
Pero sin duda lo que más odio es ir de compras y el reggaetón.
Ona Redon Muñoz

Me gusta/ No me gusta
Me gusta irme a dormir tarde pero adoro dormir, reírme y que me hagan reír.
Mojarme el pelo, sumergirme en el agua, en la piscina o en la playa.
Adoro la pizza, e ir a comer fuera con la familia.
Me encanta taparme por la noche cuando hace frío, pero también ponerme shorts cuando hace calor.
Adoro las lenguas, inglés, catalán, castellano… estar con los amigos y con la familia.
Me gusta cuando se me engancha una canción y salir y estar todo el día fuera.
Me agradan los profesores que explican de una manera diferente, pero odio cuando se quedan en silencio.
Adoro la comida, pero la verdura es una excepción.
Me gusta la sensación de viernes tarde, esa sensación de libertad, y sentirme querida.
Sacar buenas notas y quedar con mis amigas.
Vinyet Coll
Me gusta, no me gusta
Me gusta jugar a la consola, los videojuegos, mirar videos en YouTube, estar conectado al móvil.                                                                                 
Me encanta la música, hacer el vago siempre que puedo, las películas de comedía, tener amigos, la gente sincera, no te mienten.  Me apasionan los legos, ver la televisión, la tecnología, jugar al futbol con mis amigos, madrugar los días que no hay instituto, ir a comprar videojuegos y comer.  Lo que de verdad me gusta es estar en la luna de Valencia mientras estudio. No me gusta la tranquilidad, estar estudiando todo el día, los espacios cerrados, las personas que se creen superiores, el terror.                                         
Odio los insultos, pegar a mi hermano, las verduras, ir a dormir tarde y los ratos de espera. No soporto los pantalones anchos, la gente falsa, los coches antiguos y hacerme daño.  
                                                             Alex  Hernández         

RELACIONES



Querido Nico,
 ¡Cuánto tiempo! ¡Te he echado mucho de menos! No tengo palabras para hablar… ¿Cuánto hace que no nos escribimos, ocho meses? Llevo tanto tiempo estudiando en Boston que ya he perdido la noción del tiempo... ¡Dentro de un mes termino la carrera y podré volver a casa! Tengo muchas ganas de volver a ver tu sonrisa de oreja a oreja, tus chistes y tus bromas, tus súper pecas en tu rostro... , ¡te quiero volver a ver!
 Me han ocurrido tantas cosas estos meses que no sé por dónde empezar. La familia con la que estoy viviendo me regaló un “tour” en caravana por todo los Estados Unidos, ¡alucinante! Me fui con una amiga, Kate, y un amigo, Matt. Visitamos Nueva York, Washington, Chicago, Tejas, los Ángeles, las Vegas, San Francisco…¡fue una de las dos mejores semanas de mi vida! Pensé mucho en ti durante el viaje; por eso te envío una súper camiseta de los Golden State Warriors para que la disfrutes muchísimo. (¡Que sepas que la camiseta es original!)
 Tengo una gran sorpresa para ti, cuando llegue a Barcelona el 6 de diciembre (¡TU SANTO!) te la diré… Con mucho cariño y amor, Inés XOXOXOXOXOXO P.D.: Reza mucho para que apruebe el examen final, “porfi”. ¡Si no lo apruebo me tendré que quedar otro año más! ¡Era broma! (Jajajajajajaja).

 Querida Inés,
 ¡Yo también te he echado mucho de menos! Mi vida ya no es lo mismo sin ti: me siento solo, me aburro… ¡Por favor, vuelve lo más pronto posible! 
El pasado junio acabé la carrera, ¡Al fin estoy libre! Ahora estoy buscando trabajo; la gente se queda con la boca abierta cuando les digo que soy licenciado en ingeniería aeroespacial, no entiendo por qué.
 ¡Gracias por regalarme esta súper camiseta! ¡Me encanta! Estoy escribiendo la carta con la camiseta puesta, ¡No me la saco ni para dormir! ¡No dudes en que rezaré mucho por ti! ¡Cada día lo hago mil veces! Ya verás que te saldrá súper bien. 
 La foto que ha venido junto a la carta es super bonita, me encanta porque sales tu reflejada en ella. ¿En qué lugar está tomada la foto? ¿Quién es el chico que sale en ella, ehhh? Me alegra mucho saber que estás bien y que este verano has pensado mucho en mi. No logro sacarme de la cabeza tu rostro pegado a mí, tu gran sonrisa, tus ayudas, tus ojos, tus manos, tus labios… Eres… Eres… ¡Eres mi todito todo! 
Cuando vuelvas espero que me cuentes tu gran viaje y me traigas un gran regalo, tu vida. Te deseo lo mejor para ti y para tus exámenes.
 Si no te ponen un diez, no saben a lo que se enfrentan. (Jajajajajajajaja)
 Te quiero muchísimo, Nico XOXOXOXOXO
 P.D.: ¿Hay alguien más en la vida amorosa, a parte de un servidor?        

                                                                                                                               María Umbert

Nos queremos, aunque no lo parezca. Nos peleamos, a menudo por cosas estúpidas y sin importancia. Y nos odiamos, pero solo a ratos.
La envidio por ser más divertida que yo, por ser capaz de pasárselo bien con cualquier cosa y por llevarse bien con todo el mundo. La envidio porque aunque no sabe lo que quiere siempre tiene una idea de ello. La envidia mata, dicen. Ella me lo demuestra cada día.                                                                           Pero de la misma manera que yo la envidio a ella, ella me envidia a mí. Me envidia por sacar buenas notas casi sin estudiar y por atreverme a hacer cosas que ella nunca haría.                                                                                                                                              
Exteriormente somos bastante parecidas, solo con algunos detalles distintos. Pero somos el sol y la luna. Ella, resplandece cada día como el sol. Está llena de vida y energía. Y probablemente sea la persona más divertida que conozco. Yo en cambio, soy la luna. Que resplandece pero nunca por mucho tiempo.  Soy la luna porque para resplandecer necesita tiempo y esfuerzo. Soy una persona más bien seria, a la que le cuesta hacer amigos y que no sabe qué hacer con su vida.
Llegó a mí como un regalo de Navidad, pero se llevó todo el protagonismo y eso me molestó. De pequeñas nos pasábamos el día cantando las canciones que escuchábamos en la radio. Riendo por cualquier cosa y jugando a las muñecas. Me molestaba porque yo siempre las tenía bien vestidas y a ella, simplemente, le gustaba cambiarles la ropa. Recuerdo que cuando era pequeña había comida que no se la comía si no se la daba yo. Recuerdo que nos encantaba ir al zoo y que un día cuando estábamos jugando me hice un golpe en la cabeza y fruto de ello ahora tengo una pequeña cicatriz. Que cuando volvíamos de la escuela jugábamos al veo veo y que nos encantaba decorar el árbol de Navidad. Pero a medida que íbamos creciendo ella solo quería jugar y yo no podía, entonces nos empezamos a distanciar.
Pero la sigo buscando cuando necesito que alguien me haga reír y ella busca mis consejos y respuestas. Sé que nunca parará de buscar uno de mis besos y abrazos y ella sabe que yo nunca pararé de negárselos. También sé que algún día nuestros caminos se separarán pero que nunca  lo suficiente para no volvernos a hablar.
Porque la sigo queriendo como a nadie. Y aunque no me guste reconocerlo, la echo de menos cuando no está en casa durante unos días. Noto la ausencia de sus bromas y de nuestras peleas.                          

La quiero porque se sus debilidades y sus fortalezas. Y porque ella sabe las mías. Porque sé que se pone nerviosa cuando llega tarde a algún sitio y también sé que se inquieta cuando no tiene tiempo y tiene muchas tareas. Porque somos cómplices de nuestras risas, nuestras bromas y nuestros secretos. Porque hemos vivido momentos inolvidables y otros que hemos preferido olvidar. Porque sé que algún día solo quedaremos nosotras dos y nos necesitaremos como nunca. Y sobre todo porque, al fin y al cabo, es mi hermana.
                                                                                Ainhoa Gomis

SIN ÉL
Lo odio. Lo detesto y aborrezco por todo el daño que me ha hecho sentir y las lágrimas que me ha hecho derramar. Lo odio por los buenos momentos juntos y las incontables veces que me ha regalado una de sus hermosas sonrisas o que sus ojos grises han brillado con entusiasmo.
Lo odio por ser amable, divertido y generoso, por quererlo y por no poder olvidarlo. Por las noches en vela que he pasado despierta pensando en él y los numerosos momentos en que me he perdido imaginando un final en el que él seguía siendo protagonista.
Lo odio, pero lo amo. Sé que no es culpa suya irse y dejarme en un universo ahora entristecido sin él. Sé que no es culpa suya morir. Que su corazón dejara de funcionar o que la ambulancia llegara tarde. No es culpa suya que una parte de mí muriera con él.
Lo amo. Lo aprecio y adoro más que a mí misma, más que las estrellas; no puedo pensar en una realidad sin él. Pero lo intentaré porque sé que él me ama, que quiere que vuelva a ser feliz, a reír, a sentir y a enamorarme.

                                                                                                                    Ona Redon

Amistad

El día transcurría monótonamente. Empezó a las 7 de la mañana, escribiendo novelas para mi jefe.
Después de terminar mi jornada laboral una hora antes de lo previsto, pensé en darle una sorpresa a mi marido, llevándole la cena para poder pasar más tiempo juntos.
Al llegar a casa me llevé una desagradable sorpresa. Mi marido, Jorge, se estaba besando con una chica rubia mucho menor que él. No me lo podía creer. ¿Cómo había podido hacerlo? Aunque no tuviéramos una relación muy estrecha, íbamos tirando.
Decidí irme a una plaza a comerme el manjar. A pesar de haberme sido infiel, la comida me reconfortaba, mejor eso que entrar en casa y partirle la cara a esos dos. Encima tenía que haber sido en nuestro hogar…
Pensé en qué podía haber hecho mal, para lanzar nuestra relación por la borda, pero luego me di cuenta de que yo NO tenía la culpa, yo NO le había engañado con otra persona y le había sido siempre leal.
Llamé a una amiga para explicarle todo lo que había sucedido. Me vino a buscar, me llevó a su casa y pasamos toda la noche juntas.
Se demostró, al menos en este caso, que las amigas están SIEMPRE, pase lo que pase, consolándote.
Terminé mi relación con Jorge al día siguiente y, ¿a qué no sabéis lo que dijo? Que no había tenido ningún tipo de vínculo con una mujer rubia y aseguraba que me quería más que a nadie. No me lo creí, no quería seguir perdiendo el tiempo con aquel individuo. Pasé página. Lo superé.

                                                                             Vinyet Coll

Estimado Guiu,
¿Cómo se puede ser tan tonta? Suficiente para tragarme tus mentiras, suficiente para dejarme llevar por tus encantos, suficiente como para perdonarte una y otra vez, pero ya estoy harta. No puedes ir por la vida así, enamorando a cualquiera por el simple hecho de que te parezca divertido destrozar corazones. Me he cansado, me he cansado de tus mentiras, de tus caras de niño bueno, de las excusas, me he cansado de TI, pero aún más me he cansado del dolor que siento cada vez que te vas,  y de cada vez que me obligo a mi misma a perdonarte.
No soporto más el dolor que me haces sufrir, mi corazón no quiere seguir latiendo así,  ¿para qué? Si volverás a romperlo y tendrá que volver a empezar, de tantas veces que me he caído no me quiero levantar más, en el suelo se está mejor, aunque me pisen, no tengo que sufrir otra vez los empujones que me hacían caer.
Se de sobras que esta carta no te va a importar, soy una más en el cajón, ese cajón lleno de recuerdos que ya no te importan, pero los guardas para releerlos cuando estés triste y darte cuenta de cuántas vidas has destrozado. Sé que nunca te importe, pero tú a mí sí, así que siéntete orgulloso de haber hecho pedazos un corazón más.
Adiós, te echare de menos.
Martina                                                                
                                                                   Elena González

Querida Martina,

No sé si llegaras a leer esta carta, pero si lo haces, solo quiero decirte que lo siento, que siento haberte fallado tantas veces, que hayas tenido que sacrificar tantas cosas por mi y yo no te haya hecho caso . Lo siento por todas las lágrimas que te  he hecho derramar y sobre todo siento tener que decirte adiós por ultima vez en una simple carta.

Después de todo lo que hemos pasado juntos, de todos los momentos épicos y divertidos que hemos pasado juntos, como  aquella vez fuimos aquel bosque de picnic o cuando fuimos de cena y acabamos en casa comiendo pizza. Gracias por cada día que hemos pasado juntos y porque nunca te podré olvidar, ya que has cambiado mi vida.

Solo quería decirte que no debes llorar por favor , se que es difícil de olvidar para los dos pero te prometo que , nunca olvidare los momentos que hemos pasado juntos , pero si quiero llegar a ser medico necesito irme a lAfrica por un tiempo. Amada Martina prométeme que nunca te olvidaras de mi ,te juro que algún día volveré y podremos hacer nuevos recuerdos para no olvidarlos nunca.
Puede que no te haya dicho suficientes veces que eres perfecta que te quiero, pero te aseguro que la sonrisa que se me pone al verte, al pensarte es lo más sincero del mundo.

Hasta pronto!!!

Guiu
                                                                                       Paula Navarro






ESPEJO MÁGICO.   Imagina tu vida dentro de 10 años
Estoy contenta, he quedado con mis amigas de toda la vida. Ya hacía más de cinco años que
no nos veíamos y tenía muchas ganas de verlas. Me contaron cosas espectaculares: una de
ellas trabajaba en Cancún, otra había estudiado biociencia…, ¡que rápido pasa el tiempo!
Lo primero que les dije fue: “¡Soy tía!”. Me hizo mucha ilusión explicarles eso porque tenía
tres sobrinitos preciosos y no podía esconder esa gran noticia.
Luego decidí continuar con mi gran historia.
Cuando terminé cuarto de la eso me fui a hacer el bachillerato social a Barcelona. Me lo
saqué con un muy buenas notas (según mis padres).
Me costó mucho decidirme por la carrera a estudiar, pero mi padre me convenció en hacer
derecho, como él.
El verano que cumplía 21 años mis primas y yo no quisimos ir a África con una ONG
destinada a ayudar a las familias más necesitadas. Fueron unos meses inolvidables.
Me gradué al cabo de cuatro años de empezar la carrera, con 22, en la Universidad Pompeu
Fabra de Barcelona. Al acabar la carrera y no encontrar trabajo decidí irme a Estados Unidos
durante un año y medio con una familia. Este viaje me cambió la vida completamente.
Encontré a mi media naranja, un piloto de aviación estadounidense. Actualmente llevamos
dos años, cuatro meses y seis días.
Me preguntaron más cosas sobre mi relación con Luke, mi cielito, y les dije que aunque no
lo veo demasiado lo quiero muchísimo y espero que algún día me pida matrimonio.
Actualmente vivo con mis padres y con mis hermanos (los que quedan) y espero que el día
de mi boda pueda ir a vivir con Luke. Él siempre dice que quiere formar una gran familia, o
sea, con muchos hijos, pero yo le digo que poquito a poco y que las cosas sean como Dios
quiera.
-¿Y hoy en día trabajas?- me preguntó Ona. Yo les dije que al volver del viaje a Estados
Unidos me contrataron en un bufete de abogados en Barcelona. (¡Es una pasada!).
Precisamente hace tres día tuve mi primer juicio como abogada y estaba muy nerviosa,
pero al final lo acabé ganando.
Ahora, con 25 añitos, espero mucho más de la vida y deseo que algún día mi bomboncito y
yo podamos formar una gran familia.
                                                                                              María Umbert

- ¡Ona! Pásame el kétchup. —gritó Elena desde la otra punta de la mesa, haciéndose oír sobre las carcajadas y conversaciones de nuestros amigos.
Vivimos juntas des de hace cuatro años, en un apartamento acogedor y silencioso, en Barcelona, la capital de la república independiente de Catalunya, cerca de la playa.
Hoy es un día especial, y lo estamos celebrando con nuestros amigos de la infancia: María, abogada; Ainhoa, una gran directora de una empresa en auge, que ha venido acompañada con su prometido, Berni; Paula, secretaria y Carla, bióloga marina que ha venido con su novio mexicano Carlos.
Esta noche celebramos mi nuevo trabajo, he conseguido un empleo fijo en un centro de investigación biocientífica.
Mi interés en la biociencia empezó en el verano de primero de bachillerato, estudié en un bachillerato internacional en Barcelona, gracias a una beca. Ese verano conseguí un puesto de ‘Joves i ciència’ y tuve la oportunidad de pasarme el verano en una casa rural en la que descubrí mi pasión por la ciencia gracias a la paciencia y a la dedicación de un grupo de científicos. Los dos veranos siguientes, también estuve fuera, uno en un centro de investigación y el otro en el extranjero en un campus de jóvenes científicos.
A los dieciséis años me saqué el examen del Advanced y a los dieciocho el carnet de conducir y el Proficiency.
Empecé a trabajar a los diecisiete años, dando clases de repaso a algunos niños para conseguir dinero para un coche y un apartamento compartido con Elena, que es especialista en márquetin. Estudié cuatro años en la universidad y me pasé un año haciendo un erasmus en la universidad de Cambridge.
Con este nuevo empleo, empiezo una nueva etapa de mi vida, que espero disfrutar al máximo. Y de aquí a unos años, haré un año sabático para viajar por el mundo.
- Ona, vuelve al presente y pásame el kétchup por favor. —repite Elena
- Sí, sí, ya va. —respondo tirándole el kétchup.
Esta noche mis amigos y yo continuamos charlando y riendo, olvidándonos todo, hasta bien tarde, hasta que ya no podíamos mantener los ojos abiertos del sueño, y nos dolía la panza y las mejillas de tanto reír.

Porque es así como se crean los mejores recuerdos y es así como se vive la vida.
                                                                                              Ona Redon


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