Si pudiera ser un animal
sería un ave, un ave de las que migran cada invierno, haciendo un camino largo
y peligroso para llegar a su destino. Tengo la tenacidad de estas aves, no hago
nada a medias y lucho hasta el final para conseguir lo que quiero. Soy trabajadora
y constante, como las batidas de las alas de un ave y siempre doy mi opinión como
un pájaro cantando.
Soy una chica abierta a
nuevas ideas y experiencias, hambrienta de conocimientos y con muchas pasiones
y hobbies que ayudan a definir mi carácter.
Mi pasión es la lectura.
Me encantan los libros de fantasía, ciencia ficción, aventuras, policíacos, de
terror…, leo siempre que puedo. Cada vez que empiezo un nuevo libro me adentro
en un otro universo, mundo, planeta o país lleno de posibilidades, dónde puedo
desconectar de la realidad y sus numerosos problemas, y luchar contra vampiros,
brujos y asesinos.
Me encantan los animales
y la naturaleza. Mi hermano menor y yo nos pasamos horas aprendiendo ornitología,
mirando por el microscopio insectos, disecándolos o investigando cualquier cosa
que nos llame la atención de nuestro alrededor.
También toco la guitarra
y el piano, hago teatro, atletismo y natación, actividades que me gustan y son
vitales para mí. Si tuviera más tiempo
me habría apuntado a más actividades saciando mi sed de nuevas experiencias.
Pero lamentablemente el día solo dura 24 horas y me tengo que pasar 7 en la
escuela.
Estoy orgullosa de la
persona que soy y en la que me he convertido y espero seguir asi en el futuro.
Ona
Redon
El cerebro, un lugar lleno
de pensamientos que solo tú puedes oír y entender, que definen al cien por cien
quien eres en realidad. Hay gente que lo muestra sin ningún problema, gente que
no dice nada y otros, como yo, que mostramos una pequeña parte de nosotros a
todo el mundo pero solo con gente en la que confiamos mostramos el resto.
Si no me conoces puedes
pensar que soy una chica alegre, que estoy sonriendo todo el día y que no me
importa nada, pero si me conoces en realidad sabrás que soy una chica alegre,
que estoy sonriendo todo el día pero que también se estar seria y concentrada,
que todo lo que me dicen y me hacen se me queda en la mente, que nunca se me
ocurriría vengarme, y que mi cabeza está llena de ideas estúpidas y divertidas.
Si no me conoces puedes
pensar que saco buenas notas, pero si me conoces en realidad sabrás que tras
esas buenas notas hay una parte de mí que estudia y que se esfuerza mucho, que
se queda los sábados por la mañana siempre en casa para entregar la tarea a
tiempo.
Si no me conoces puedes
pensar que soy cabezota, pero si me conoces en realidad sabrás que soy la
persona más cabezota y más competitiva del universo, y que aunque no tenga la
razón defiendo mis ideas hasta puntos inimaginables.
Si no me conoces podrás
pensar que con mis amigas me lo paso bien, pero si me conoces en realidad
sabrás que con mis amigas me lo paso genial, no hay un día que no me ría a
carcajadas, y puede que sea porque soy de risa fácil o porque simplemente es
divertido la manera en la que nos hablamos, las caras que hacemos o las
estúpidas ideas paranoicas que teneos.
En definitiva, si no me
conoces podrás pensar muchas cosas de mí, que puede que no sean del todo
ciertas, y si me conoces en realidad sabrás mucho más de mi y de mi
personalidad. Aunque, puede que os sorprenda, pero aun conociéndome mucho, aún
siendo mi mejor amigo no lo sabrás todo de mí. Yo pienso muchas veces antes de
hablar o hacer alguna cosa. Algunos dirán que por eso soy sensata, otros dirán
que oculto cosas, pero hay partes de mí que ni yo las puedo saber yo.
Elena González
Paula Navarro
Garcia así me
llamo , todos dicen que soy una chica muy ordenada , simpática,
y buena , quizá es
un tópico de la típica
persona pelota. No me preocupa demasiado lo que algunas personas puedan pensar
de mi , pues yo soy la única
que se como soy en realidad. Mi pelo es una mezcla de rubio medio castaño
, porque la mitad de personas dicen que soy rubia y los otros lo contrario. Soy
una chica como dicen mis amigas, un palo, alta y delgada, y según
alguien especial para ella soy la patas de cigüeña.
Tengo los ojos marrones claros que
parecen los típicos
caramelos de café de
las abuelas. Mi nariz como dice mi tía
Laura parece el asiento de una moto por eso no me gusta nada, así que mi madre me dice que tengo una
hija con una nariz de narices. Tengo las cejas del color del pelo y super
finitas , bueno me falta un cuarto de ceja por culpa de un accidente cuando era
más pequeña.
Carácter,
que difícil palabra , según
mis cercanos, soy muy golosa y no paro de comer bollería
industrial, pero en fin aparento ser bastante seria a simple vista pero en
realidad soy todo lo contrario , soy una niña
que me hacen reír las cosas más
simples como los chistes malos de una niña
o la risa de otra persona.
Soy un poco
insistente con lo que quiero, según
la mayoría de personas que me conocen. Soy como
lo diría…,
un poco especial , bueno al igual que
todas las personas obviamente. Normalmente en clases soy una persona que
se esfuerza mucho, pero a la hora del patio soy como una cabra por la montaña,
puedo llegar a ser una niña
un poco pesada , pero en realidad soy bondadosa y también
bastante generosa y empática.
Aficiones, no se que decir, principalmente me
gusta ver series anime y los cómics
manga, también me gusta mucho la cultura japonesa y
su estilo de vida. En fin, sigamos, me gusta mucho cocinar y mirar la tele y lo
que más me cuesta es sentarme a leer un
libro que no me interese , sin embargo me gusta echarme una buena partida a la
nintendo con mi hermano los fines de semana mano a mano. A veces tengo la
sensación de que soy un poco perezosa depende
en que cosas, y quizás
siento poca confianza en mi misma algunas veces, pero me ayuda el sentirme muy
alegre y saber disfrutar de las pequeñas
cosas.
Así me
lo han enseñado mis padres.
Paula Navarro
Para la gente que no me conoce, soy una persona tímida,
que nunca levanta la mano en clase y que suele sacar buenas notas. Las personas
que creen que soy de esta manera no me conocen de verdad, ni tan solo un poco.
Sin embargo, creo que nadie sabe cómo soy, ni siquiera yo. Los que creen
conocerme bien, no lo hacen, ya que solo me han conocido en un ambiente, y lo
que no saben es que tengo distintas maneras de ser.
En cambio la gente que conoce una parte de mi sabrá que
me cuesta escribir, pero que me gusta leer. Que puedo parecer una persona
seria, pero que también puedo dejar de serlo. Esta
gente me dice que soy inteligente, amable, simpática y trabajadora. Suelen
comentarme que aunque sea tímida al principio, una vez me han conocido y han
descubierto como soy, dicen que soy una persona divertida. En eso discrepo, soy
una persona a la que le encanta que la hagan reír.
Alguien que me importa me ha dicho que soy una persona
celosa, y pese a todos mis esfuerzos, sí que lo soy, solo que no me doy cuenta.
Me considero una persona introvertida, de las que no expresan sus sentimientos
a la gente y se los guardan para sí mismos. Soy una persona más bien negativa y
a la que las acciones de la gente se le quedan grabadas en la memoria, pero a
la que no le gusta la venganza.
Soy de las personas que se preguntan cómo afectaran sus
acciones a los demás. Que siempre está dispuesta a ayudar sin pedir nada a
cambio. Y de las que solo pide ayuda cuando la necesitan de verdad, ya que no
me gusta depender de los demás.
A diferencia de otra gente, me gusta quedarme en casa ya que
creo que es mi lugar seguro, donde nadie puede criticarme. Las críticas no las
llevo bien, nunca lo he hecho y nunca lo haré, ya que la mayoría de las veces pienso que me están atacando y lo paso mal.
Soy alguien que se
monta sus propias historias en la cabeza y de las que antes de hacer algo se lo
tienen que pensar mucho. También soy insegura y necesito la aprobación de mucha
gente para saber que algo está bien hecho.
Soy de las personas que creen que no somos lo que
mostramos, que lo que parecemos ser solo es un espejismo de la realidad, que le
gusta creer en el destino y que no tiene favorito de nada. De las que se
emocionan al ver una película y que muchas veces puede llegar a ver lo que no
es. Me gusta presenciar los pequeños detalles de la vida. A las que el sonido
de la lluvia les relaja y les encanta el olor de tierra húmeda cuando acaba de
llover. De las que les encanta captar la vida con una cámara. Y de las que
creen que muchas veces el amor no nos deja ver las cosas con claridad. Así que si tuviera que describirme en tres
palabras estas serían: introvertida, altruista y perfeccionista.
Ainhoa Gomis
Me gustan los días de lluvia en casa, quedar atrapada en un libro,
emocionarme al escuchar una canción y el olor de la tierra húmeda. Me encanta
el sonido del tecleo en un ordenador, las miradas que están llenas de palabras,
observar a la gente sin que se den cuenta, la magia y su secreto indescifrable.
Me apasionan las tardes de los sábados, el olor de las palomitas recién hechas
y la sensación de la lluvia en mi piel. Detesto ser el centro de atención, las
decisiones imposibles y que me interrumpan al hablar. Odio los lunes, las
sorpresas, las mentiras y las hojas en blanco que esperan ser escritas. Me
repele la gente que se cree protagonista de todas las historias, las personas
interesadas y cotillas.
Me fascinan los relámpagos que cruzan el cielo, las tardes de verano en las
que el cielo adopta mil tonalidades distintas, las auroras boreales y la
Navidad. No soporto el traqueteo de las sillas, quedarme en blanco y que pase
el tiempo y no me dé cuenta. No me gustan los besos, olvidarme de las cosas ni
madrugar. Que el tren este lleno, que las personas me insistan, no saber hacer
algo o no tener el control de todo me desespera.
ME GUSTA… NO ME GUSTA...
Me gusta el
sonido de las hojas de los árboles, el viento rugir, el silencio, las
combinaciones de notas musicales…,pero no me gustan los que hablan mucho y
dicen poco; los ruidos de los coches , las ciudades...
Me gusta hacer
sonreir a los que quiero. Me chifla que me regalen una sonrisa al iniciar el
día.
No me gusta la
soledad, que me rechacen y me oculten las cosas.
No me apasionan
los días de lluvia porqué salen caracoles ylos ODIO!
No me gusta la calor porque sudo y estoy
sucia. Losdías que me fascinan son los de sol y frío.
Detesto las
judías verdes y la nata. Me aburre jugar a fútbol e ir a la escuela. Me encanta
encontrarme con
mis amigas, hablar con ellas y cada día aprender nuevas cosas.
Me encanta pasar
tiempo con mis padres y hermanos, sobre todo cuando nos vamos de excursión en
vacaciones.
¡Me chiflaría viajar por todo el mundo!
María
Umbert
ME GUSTA…
Me gusta leer al aire libre, es más real y fascinante. Odio leer por
obligación. Me gusta tocar la guitarra, me despeja y cautiva en el ritmo de la
melodía que toco, haciéndome olvidar de la realidad.
Me encanta cuando llueve, el sonido de la lluvia, el olor de un bosque
húmedo, el tacto de las plantas mojadas, el canto de los pájaros y el constante
runrún de los grillos.
Me gusta la gente abierta, con la que puedo bromear y reír. Odio los que no
aceptan ayuda, quienes mienten, los repelentes y los competitivos.
Nunca me ha gustado ir a la escuela, de pequeña lloraba y ahora voy con
desgana; se aprende más en la realidad de la vida, con la familia, los viajes,
los museos y las excursiones, que yendo a clase a oír una persona hablar.
No me gustan los profesores que se repiten, ni los típicos trabajos
“cooperativos” dónde sólo uno trabaja.
Pero sin duda lo que más odio es ir de compras y el reggaetón.
Ona Redon Muñoz
Me gusta/ No me
gusta
Me gusta irme a dormir tarde pero adoro dormir, reírme y que me hagan reír.
Mojarme el pelo, sumergirme en el agua, en la piscina o en la playa.
Adoro la pizza, e ir a comer fuera con la familia.
Me encanta taparme por la noche cuando hace frío, pero también ponerme shorts cuando hace calor.
Adoro las lenguas, inglés, catalán, castellano… estar con los amigos y con
la familia.
Me gusta cuando se me engancha una canción y salir y estar todo el día
fuera.
Me agradan los profesores que explican de una manera diferente, pero odio
cuando se quedan en silencio.
Adoro la comida, pero la verdura es una excepción.
Me gusta la sensación de viernes tarde, esa sensación de libertad, y
sentirme querida.
Sacar buenas notas y quedar con mis amigas.
Vinyet Coll
Me
gusta, no me gusta
Me
gusta jugar a la consola, los videojuegos, mirar videos en YouTube, estar
conectado al móvil.
Me
encanta la música, hacer el vago siempre que puedo, las películas de comedía,
tener amigos, la gente sincera, no te mienten. Me apasionan los legos, ver la televisión, la
tecnología, jugar al futbol con mis amigos, madrugar los días que no hay
instituto, ir a comprar videojuegos y comer. Lo
que de verdad me gusta es estar en la luna de Valencia mientras estudio. No me gusta la tranquilidad, estar estudiando todo el día, los espacios
cerrados, las personas que se creen superiores, el terror.
Odio
los insultos, pegar a mi hermano, las verduras, ir a dormir tarde y los ratos
de espera. No soporto los pantalones
anchos, la gente falsa, los coches antiguos y hacerme daño.
Alex Hernández
RELACIONES
Querido Nico,
¡Cuánto tiempo! ¡Te he echado mucho de menos! No tengo palabras para hablar… ¿Cuánto hace que no nos escribimos, ocho meses? Llevo tanto tiempo estudiando en Boston que ya he perdido la noción del tiempo... ¡Dentro de un mes termino la carrera y podré volver a casa! Tengo muchas ganas de volver a ver tu sonrisa de oreja a oreja, tus chistes y tus bromas, tus súper pecas en tu rostro... , ¡te quiero volver a ver!
Me han ocurrido tantas cosas estos meses que no sé por dónde empezar. La familia con la que estoy viviendo me regaló un “tour” en caravana por todo los Estados Unidos, ¡alucinante! Me fui con una amiga, Kate, y un amigo, Matt. Visitamos Nueva York, Washington, Chicago, Tejas, los Ángeles, las Vegas, San Francisco…¡fue una de las dos mejores semanas de mi vida! Pensé mucho en ti durante el viaje; por eso te envío una súper camiseta de los Golden State Warriors para que la disfrutes muchísimo. (¡Que sepas que la camiseta es original!)
Tengo una gran sorpresa para ti, cuando llegue a Barcelona el 6 de diciembre (¡TU SANTO!) te la diré… Con mucho cariño y amor, Inés XOXOXOXOXOXO P.D.: Reza mucho para que apruebe el examen final, “porfi”. ¡Si no lo apruebo me tendré que quedar otro año más! ¡Era broma! (Jajajajajajaja).
Querida Inés,
¡Yo también te he echado mucho de menos! Mi vida ya no es lo mismo sin ti: me siento solo, me aburro… ¡Por favor, vuelve lo más pronto posible!
El pasado junio acabé la carrera, ¡Al fin estoy libre! Ahora estoy buscando trabajo; la gente se queda con la boca abierta cuando les digo que soy licenciado en ingeniería aeroespacial, no entiendo por qué.
¡Gracias por regalarme esta súper camiseta! ¡Me encanta! Estoy escribiendo la carta con la camiseta puesta, ¡No me la saco ni para dormir! ¡No dudes en que rezaré mucho por ti! ¡Cada día lo hago mil veces! Ya verás que te saldrá súper bien.
La foto que ha venido junto a la carta es super bonita, me encanta porque sales tu reflejada en ella. ¿En qué lugar está tomada la foto? ¿Quién es el chico que sale en ella, ehhh? Me alegra mucho saber que estás bien y que este verano has pensado mucho en mi. No logro sacarme de la cabeza tu rostro pegado a mí, tu gran sonrisa, tus ayudas, tus ojos, tus manos, tus labios… Eres… Eres… ¡Eres mi todito todo!
Cuando vuelvas espero que me cuentes tu gran viaje y me traigas un gran regalo, tu vida. Te deseo lo mejor para ti y para tus exámenes.
Si no te ponen un diez, no saben a lo que se enfrentan. (Jajajajajajajaja)
Te quiero muchísimo, Nico XOXOXOXOXO
P.D.: ¿Hay alguien más en la vida amorosa, a parte de un servidor?
RELACIONES
Querido Nico,
¡Cuánto tiempo! ¡Te he echado mucho de menos! No tengo palabras para hablar… ¿Cuánto hace que no nos escribimos, ocho meses? Llevo tanto tiempo estudiando en Boston que ya he perdido la noción del tiempo... ¡Dentro de un mes termino la carrera y podré volver a casa! Tengo muchas ganas de volver a ver tu sonrisa de oreja a oreja, tus chistes y tus bromas, tus súper pecas en tu rostro... , ¡te quiero volver a ver!
Me han ocurrido tantas cosas estos meses que no sé por dónde empezar. La familia con la que estoy viviendo me regaló un “tour” en caravana por todo los Estados Unidos, ¡alucinante! Me fui con una amiga, Kate, y un amigo, Matt. Visitamos Nueva York, Washington, Chicago, Tejas, los Ángeles, las Vegas, San Francisco…¡fue una de las dos mejores semanas de mi vida! Pensé mucho en ti durante el viaje; por eso te envío una súper camiseta de los Golden State Warriors para que la disfrutes muchísimo. (¡Que sepas que la camiseta es original!)
Tengo una gran sorpresa para ti, cuando llegue a Barcelona el 6 de diciembre (¡TU SANTO!) te la diré… Con mucho cariño y amor, Inés XOXOXOXOXOXO P.D.: Reza mucho para que apruebe el examen final, “porfi”. ¡Si no lo apruebo me tendré que quedar otro año más! ¡Era broma! (Jajajajajajaja).
Querida Inés,
¡Yo también te he echado mucho de menos! Mi vida ya no es lo mismo sin ti: me siento solo, me aburro… ¡Por favor, vuelve lo más pronto posible!
El pasado junio acabé la carrera, ¡Al fin estoy libre! Ahora estoy buscando trabajo; la gente se queda con la boca abierta cuando les digo que soy licenciado en ingeniería aeroespacial, no entiendo por qué.
¡Gracias por regalarme esta súper camiseta! ¡Me encanta! Estoy escribiendo la carta con la camiseta puesta, ¡No me la saco ni para dormir! ¡No dudes en que rezaré mucho por ti! ¡Cada día lo hago mil veces! Ya verás que te saldrá súper bien.
La foto que ha venido junto a la carta es super bonita, me encanta porque sales tu reflejada en ella. ¿En qué lugar está tomada la foto? ¿Quién es el chico que sale en ella, ehhh? Me alegra mucho saber que estás bien y que este verano has pensado mucho en mi. No logro sacarme de la cabeza tu rostro pegado a mí, tu gran sonrisa, tus ayudas, tus ojos, tus manos, tus labios… Eres… Eres… ¡Eres mi todito todo!
Cuando vuelvas espero que me cuentes tu gran viaje y me traigas un gran regalo, tu vida. Te deseo lo mejor para ti y para tus exámenes.
Si no te ponen un diez, no saben a lo que se enfrentan. (Jajajajajajajaja)
Te quiero muchísimo, Nico XOXOXOXOXO
P.D.: ¿Hay alguien más en la vida amorosa, a parte de un servidor?
María Umbert
Nos queremos, aunque no lo parezca. Nos peleamos, a menudo por cosas
estúpidas y sin importancia. Y nos odiamos, pero solo a ratos.
La envidio por ser más divertida que yo, por ser capaz de pasárselo bien
con cualquier cosa y por llevarse bien con todo el mundo. La envidio porque
aunque no sabe lo que quiere siempre tiene una idea de ello. La envidia mata,
dicen. Ella me lo demuestra cada día. Pero de la misma manera que yo
la envidio a ella, ella me envidia a mí. Me envidia por sacar buenas notas casi
sin estudiar y por atreverme a hacer cosas que ella nunca haría.
Exteriormente somos bastante parecidas, solo con algunos detalles
distintos. Pero somos el sol y la luna. Ella, resplandece cada día como el sol.
Está llena de vida y energía. Y probablemente sea la persona más divertida que
conozco. Yo en cambio, soy la luna. Que resplandece pero nunca por mucho
tiempo. Soy la luna porque para
resplandecer necesita tiempo y esfuerzo. Soy una persona más bien seria, a la
que le cuesta hacer amigos y que no sabe qué hacer con su vida.
Llegó a mí como un regalo de Navidad, pero se llevó todo el protagonismo y
eso me molestó. De pequeñas nos pasábamos el día cantando las canciones que
escuchábamos en la radio. Riendo por cualquier cosa y jugando a las muñecas. Me
molestaba porque yo siempre las tenía bien vestidas y a ella, simplemente, le
gustaba cambiarles la ropa. Recuerdo que cuando era pequeña había comida que no
se la comía si no se la daba yo. Recuerdo que nos encantaba ir al zoo y que un
día cuando estábamos jugando me hice un golpe en la cabeza y fruto de ello
ahora tengo una pequeña cicatriz. Que cuando volvíamos de la escuela jugábamos
al veo veo y que nos encantaba decorar el árbol de Navidad. Pero a medida que
íbamos creciendo ella solo quería jugar y yo no podía, entonces nos empezamos a
distanciar.
Pero la sigo buscando cuando necesito que alguien me haga reír y ella busca
mis consejos y respuestas. Sé que nunca parará de buscar uno de mis besos y
abrazos y ella sabe que yo nunca pararé de negárselos. También sé que algún día
nuestros caminos se separarán pero que nunca
lo suficiente para no volvernos a hablar.
Porque la sigo queriendo como a nadie. Y aunque no me guste reconocerlo, la
echo de menos cuando no está en casa durante unos días. Noto la ausencia de sus
bromas y de nuestras peleas.
La quiero porque se sus debilidades y sus fortalezas. Y porque ella sabe
las mías. Porque sé que se pone nerviosa cuando llega tarde a algún sitio y
también sé que se inquieta cuando no tiene tiempo y tiene muchas tareas. Porque
somos cómplices de nuestras risas, nuestras bromas y nuestros secretos. Porque
hemos vivido momentos inolvidables y otros que hemos preferido olvidar. Porque
sé que algún día solo quedaremos nosotras dos y nos necesitaremos como nunca. Y
sobre todo porque, al fin y al cabo, es mi hermana.
Ainhoa Gomis
SIN ÉL
Lo odio. Lo detesto
y aborrezco por todo el daño que me ha hecho sentir y las lágrimas que me ha
hecho derramar. Lo odio por los buenos momentos juntos y las incontables veces
que me ha regalado una de sus hermosas sonrisas o que sus ojos grises han brillado
con entusiasmo.
Lo odio por ser
amable, divertido y generoso, por quererlo y por no poder olvidarlo. Por las
noches en vela que he pasado despierta pensando en él y los numerosos momentos en
que me he perdido imaginando un final en el que él seguía siendo protagonista.
Lo odio, pero lo
amo. Sé que no es culpa suya irse y dejarme en un universo ahora entristecido
sin él. Sé que no es culpa suya morir. Que su corazón dejara de funcionar o que
la ambulancia llegara tarde. No es culpa suya que una parte de mí muriera con
él.
Lo amo. Lo aprecio y
adoro más que a mí misma, más que las estrellas; no puedo
pensar en una realidad sin él. Pero lo intentaré porque sé que él me ama, que quiere
que vuelva a ser feliz, a reír, a sentir y a enamorarme.
Ona
Redon
Amistad
El día
transcurría monótonamente. Empezó a las 7 de la mañana, escribiendo novelas
para mi jefe.
Después
de terminar mi jornada laboral una hora antes de lo previsto, pensé en darle
una sorpresa a mi marido, llevándole la cena para poder pasar más tiempo juntos.
Al
llegar a casa me llevé una desagradable sorpresa. Mi marido, Jorge, se estaba
besando con una chica rubia mucho menor que él. No me lo podía creer. ¿Cómo
había podido hacerlo? Aunque no tuviéramos una relación muy estrecha, íbamos
tirando.
Decidí
irme a una plaza a comerme el manjar. A pesar de haberme sido infiel, la comida
me reconfortaba, mejor eso que entrar en casa y partirle la cara a esos dos. Encima
tenía que haber sido en nuestro hogar…
Pensé
en qué podía haber hecho mal, para lanzar nuestra relación por la borda, pero
luego me di cuenta de que yo NO tenía la culpa, yo NO le había engañado con
otra persona y le había sido siempre leal.
Llamé a
una amiga para explicarle todo lo que había sucedido. Me vino a buscar, me
llevó a su casa y pasamos toda la noche juntas.
Se
demostró, al menos en este caso, que las amigas están SIEMPRE, pase lo que
pase, consolándote.
Terminé
mi relación con Jorge al día siguiente y, ¿a qué no sabéis lo que dijo? Que no
había tenido ningún tipo de vínculo con una mujer rubia y aseguraba que me
quería más que a nadie. No me lo creí, no quería seguir perdiendo el tiempo con
aquel individuo. Pasé página. Lo superé.
Vinyet Coll
Estimado Guiu,
¿Cómo se puede ser tan tonta?
Suficiente para tragarme tus mentiras, suficiente para dejarme llevar por tus
encantos, suficiente como para perdonarte una y otra vez, pero ya estoy harta.
No puedes ir por la vida así, enamorando a cualquiera por el simple hecho de
que te parezca divertido destrozar corazones. Me he cansado, me he cansado de
tus mentiras, de tus caras de niño bueno, de las excusas, me he cansado de TI,
pero aún más me he cansado del dolor que siento cada vez que te vas, y de cada vez que me obligo a mi misma a perdonarte.
No soporto más el dolor que me
haces sufrir, mi corazón no quiere seguir latiendo así, ¿para qué? Si volverás a romperlo y tendrá
que volver a empezar, de tantas veces que me he caído no me quiero levantar más,
en el suelo se está mejor, aunque me pisen, no tengo que sufrir otra vez los
empujones que me hacían caer.
Se de sobras que esta carta no
te va a importar, soy una más en el cajón, ese cajón lleno de recuerdos que ya
no te importan, pero los guardas para releerlos cuando estés triste y darte
cuenta de cuántas vidas has destrozado. Sé que nunca te importe, pero tú a mí
sí, así que siéntete orgulloso de haber hecho pedazos un corazón más.
Adiós, te echare de menos.
Martina
Elena González
Querida Martina,
No sé si llegaras a leer esta carta, pero
si lo haces, solo quiero decirte que lo siento, que siento haberte fallado
tantas veces, que hayas tenido que sacrificar tantas cosas por mi y yo no te
haya hecho caso . Lo siento por todas las lágrimas que te he
hecho derramar y sobre todo siento tener que decirte adiós por ultima vez en una simple carta.
Después de todo lo que hemos pasado juntos,
de todos los momentos épicos y
divertidos que hemos pasado juntos, como
aquella vez fuimos aquel bosque de picnic o cuando fuimos de cena y
acabamos en casa comiendo pizza. Gracias por cada día que hemos pasado juntos y porque nunca te podré olvidar, ya que has cambiado mi
vida.
Solo quería decirte que no debes llorar por
favor , se que es difícil de olvidar
para los dos pero te prometo que , nunca olvidare los momentos que hemos pasado
juntos , pero si quiero llegar a ser medico necesito irme a l’Africa por un tiempo. Amada Martina
prométeme que nunca
te olvidaras de mi ,te juro que algún día volveré
y podremos hacer nuevos recuerdos para no olvidarlos nunca.
Puede que no te
haya dicho suficientes veces que eres perfecta que te quiero, pero te aseguro
que la sonrisa que se me pone al verte, al pensarte es lo más sincero del mundo.
Hasta pronto!!!
Guiu
Estoy contenta, he quedado con mis amigas de toda la vida. Ya hacía más de cinco años que
no nos veíamos y tenía muchas ganas de verlas. Me contaron cosas espectaculares: una de
ellas trabajaba en Cancún, otra había estudiado biociencia…, ¡que rápido pasa el tiempo!
Lo primero que les dije fue: “¡Soy tía!”. Me hizo mucha ilusión explicarles eso porque tenía
tres sobrinitos preciosos y no podía esconder esa gran noticia.
Luego decidí continuar con mi gran historia.
Cuando terminé cuarto de la eso me fui a hacer el bachillerato social a Barcelona. Me lo
saqué con un muy buenas notas (según mis padres).
Me costó mucho decidirme por la carrera a estudiar, pero mi padre me convenció en hacer
derecho, como él.
El verano que cumplía 21 años mis primas y yo no quisimos ir a África con una ONG
destinada a ayudar a las familias más necesitadas. Fueron unos meses inolvidables.
Me gradué al cabo de cuatro años de empezar la carrera, con 22, en la Universidad Pompeu
Fabra de Barcelona. Al acabar la carrera y no encontrar trabajo decidí irme a Estados Unidos
durante un año y medio con una familia. Este viaje me cambió la vida completamente.
Encontré a mi media naranja, un piloto de aviación estadounidense. Actualmente llevamos
dos años, cuatro meses y seis días.
Me preguntaron más cosas sobre mi relación con Luke, mi cielito, y les dije que aunque no
lo veo demasiado lo quiero muchísimo y espero que algún día me pida matrimonio.
Actualmente vivo con mis padres y con mis hermanos (los que quedan) y espero que el día
de mi boda pueda ir a vivir con Luke. Él siempre dice que quiere formar una gran familia, o
sea, con muchos hijos, pero yo le digo que poquito a poco y que las cosas sean como Dios
quiera.
-¿Y hoy en día trabajas?- me preguntó Ona. Yo les dije que al volver del viaje a Estados
Unidos me contrataron en un bufete de abogados en Barcelona. (¡Es una pasada!).
Precisamente hace tres día tuve mi primer juicio como abogada y estaba muy nerviosa,
pero al final lo acabé ganando.
Ahora, con 25 añitos, espero mucho más de la vida y deseo que algún día mi bomboncito y
yo podamos formar una gran familia.
María Umbert
no nos veíamos y tenía muchas ganas de verlas. Me contaron cosas espectaculares: una de
ellas trabajaba en Cancún, otra había estudiado biociencia…, ¡que rápido pasa el tiempo!
Lo primero que les dije fue: “¡Soy tía!”. Me hizo mucha ilusión explicarles eso porque tenía
tres sobrinitos preciosos y no podía esconder esa gran noticia.
Luego decidí continuar con mi gran historia.
Cuando terminé cuarto de la eso me fui a hacer el bachillerato social a Barcelona. Me lo
saqué con un muy buenas notas (según mis padres).
Me costó mucho decidirme por la carrera a estudiar, pero mi padre me convenció en hacer
derecho, como él.
El verano que cumplía 21 años mis primas y yo no quisimos ir a África con una ONG
destinada a ayudar a las familias más necesitadas. Fueron unos meses inolvidables.
Me gradué al cabo de cuatro años de empezar la carrera, con 22, en la Universidad Pompeu
Fabra de Barcelona. Al acabar la carrera y no encontrar trabajo decidí irme a Estados Unidos
durante un año y medio con una familia. Este viaje me cambió la vida completamente.
Encontré a mi media naranja, un piloto de aviación estadounidense. Actualmente llevamos
dos años, cuatro meses y seis días.
Me preguntaron más cosas sobre mi relación con Luke, mi cielito, y les dije que aunque no
lo veo demasiado lo quiero muchísimo y espero que algún día me pida matrimonio.
Actualmente vivo con mis padres y con mis hermanos (los que quedan) y espero que el día
de mi boda pueda ir a vivir con Luke. Él siempre dice que quiere formar una gran familia, o
sea, con muchos hijos, pero yo le digo que poquito a poco y que las cosas sean como Dios
quiera.
-¿Y hoy en día trabajas?- me preguntó Ona. Yo les dije que al volver del viaje a Estados
Unidos me contrataron en un bufete de abogados en Barcelona. (¡Es una pasada!).
Precisamente hace tres día tuve mi primer juicio como abogada y estaba muy nerviosa,
pero al final lo acabé ganando.
Ahora, con 25 añitos, espero mucho más de la vida y deseo que algún día mi bomboncito y
yo podamos formar una gran familia.
María Umbert
- ¡Ona! Pásame el kétchup.
—gritó Elena desde la otra punta de la mesa, haciéndose oír sobre las
carcajadas y conversaciones de nuestros amigos.
Vivimos juntas des de
hace cuatro años, en un apartamento acogedor y silencioso, en Barcelona, la
capital de la república independiente de Catalunya, cerca de la playa.
Hoy es un día especial, y
lo estamos celebrando con nuestros amigos de la infancia: María, abogada;
Ainhoa, una gran directora de una empresa en auge, que ha venido acompañada con
su prometido, Berni; Paula, secretaria y Carla, bióloga marina que ha venido
con su novio mexicano Carlos.
Esta noche celebramos mi
nuevo trabajo, he conseguido un empleo fijo en un centro de investigación
biocientífica.
Mi interés en la
biociencia empezó en el verano de primero de bachillerato, estudié en un
bachillerato internacional en Barcelona, gracias a una beca. Ese verano conseguí
un puesto de ‘Joves i ciència’ y tuve
la oportunidad de pasarme el verano en una casa rural en la que descubrí mi
pasión por la ciencia gracias a la paciencia y a la dedicación de un grupo de
científicos. Los dos veranos siguientes, también estuve fuera, uno en un centro
de investigación y el otro en el extranjero en un campus de jóvenes científicos.
A los dieciséis años me
saqué el examen del Advanced y a los dieciocho el carnet de conducir y el Proficiency.
Empecé a trabajar a los
diecisiete años, dando clases de repaso a algunos niños para conseguir dinero
para un coche y un apartamento compartido con Elena, que es especialista en
márquetin. Estudié cuatro años en la universidad y me pasé un año haciendo un
erasmus en la universidad de Cambridge.
Con este nuevo empleo,
empiezo una nueva etapa de mi vida, que espero disfrutar al máximo. Y de aquí a
unos años, haré un año sabático para viajar por el mundo.
- Ona, vuelve al presente
y pásame el kétchup por favor. —repite Elena
- Sí, sí, ya va. —respondo
tirándole el kétchup.
Esta noche mis amigos y
yo continuamos charlando y riendo, olvidándonos todo, hasta bien tarde, hasta
que ya no podíamos mantener los ojos abiertos del sueño, y nos dolía la panza y
las mejillas de tanto reír.
Porque es así como se crean
los mejores recuerdos y es así como se vive la vida.
Ona Redon
No hay comentarios:
Publicar un comentario