LA LLEGADA DEL OTOÑO
Una mañana fría me levanté temprano. Parecía de noche. Había llegado elotoño!El cielo ya no era azul pero tampoco muy oscuro, estaba pintado de grisclaro. Estaba así a causa delas nubes que parecían de algodón de azúcar, sobre todo las de encima delhorizonte que estaba detonos anaranjados. El mar de plateado. Al andar por la calle iba caminandopor una immensaalfombra de hojas amarillentas, rojizas y marrones. Era imposible andar sinhacer ruido. Los árboles yano llevaban ese traje verde tan bonito sino que llevaban un traje marrón demenor grosor. Y unabrisa muy agradable rozaba mi piel.Por la tarde un viento fuerte soplaba. Que hacía ruido contra las ventenas.El cielo de color rosado.A esa hora ya tuve que abrir el paraguas, una llovizna muy suave estabacayendo. Y una tormenta seacercaba des de lo lejos.A la hora de ir a la cama la tormenta había llegado, se oían unos truenosruidosos y tambien habíaunos relámpagos que iluminaban toda la habitación. Esa fue la llegada delotoño.

María López Mata