Entradas populares

lunes, 13 de octubre de 2014

Cartas

CARTA A UNA MUÑECA
Hola Sofía,
Hace tiempo que no te dedico ni una simple mirada, pero quiero que sepas que no te he olvidado.
No recuerdo cuando entraste a formar parte de mi vida, pero sé que enseguida te convertiste en una muñeca especial para mí. No salía de casa sin ti, ni siquiera cuando iba a casa de una amiga o a comprar con mis padres. Te dedicaba todo mi tiempo: te bañaba, te peinaba, te vestía, te daba de comer…
Al principio, dormías en mi cama y cada noche, cuando la oscuridad reinaba en mi habitación, me abrazaba a ti. Más tarde, dormías en una cuna de muñecas al lado de mi cama. Y años más tarde, terminé guardándote en el armario junto a otros peluches.
Ahora te recuerdo cuando estoy en el comedor y te veo dibujada en ese cuadro, pintado por una amiga de mi abuela.
Fuiste una amiga para mí, no te he olvidado ni lo haré nunca.
                                                                                                                 Paula Fernández

6/10/2014
Esta carta es para tí, que te hice tanto daño.Lo siento por lo ruin que fuí. Ya hace tiempo que te quería mandar esta carta.Porque odio esos momentos en que pasas por mi lado sin  decirme nada, como si no me conocieras. Te echo de menos. tus abrazos,tus besos. No hablar contigo es una tortura para  mí. Eras de mis mejores amigas y ahora me has dejado sin tu alegria de cada dia.  

                                                                                                    Pol Olazábal Llobet    

CARTA A UN AMIGO
Hola,
Te escribo porque sé que estas aquí, escuchándome, escondida dentro de mi.
Quiero sentirte en mi cuerpo, brotando como una nueva flor, ocupando el lugar de la preocupación y tristeza.
Quiero que nazcas, que me enseñes tu belleza.
Estoy harta de no tenerte, de notar un vacío día tras día. Y sé que eres tú lo que falta.
Enséñame a ser feliz, aunque mi pasado, allá sido un camino rocoso, oscuro y triste.
Quiero empezar con una página en blanco, haciendo un camino nuevo.
Pero sin ti no puedo.
Porque tú eres la felicidad. Y sin ti nadie puede vivir.
Por favor, sal.

                                                                              Zoe  Stein




Querido desconocido:

No me conoces. No sé si deberías, si nuestra amistad es una obligación que estás aludiendo, una responsabilidad que sin querer has olvidado o simplemente una opción que voluntariamente has apartado. Es curioso el creer que somos dos enamorados cuando a diario sé que soy yo la única que se desvela pensando en ti.

No te imaginas lo duro que es el no ser más que una compañera tuya de oficina con la que compartes un par de frases casi obligadas en la hora del café  y te cruzas por los pasillos a diario sin siquiera regalar una triste mirada de empatía. No entiendo cómo esta ausencia de contacto, ya sea visual, físico e incluso emocional, no causa en tu mente el mismo vacío profundo e insaciable que padece la mía. Y desde luego que mi corazón no comprende porqué en el silencio es él el único roto de dolor y palabras vacías.

Tú no te das cuenta, le restas importancia a los pensamientos de mi corazón mayormente conocidos como sentimientos. No puedes ver que soy la mitad de tu calor, que me muero por tu olor, por tus ojos, por tu voz. Tampoco ves que soy la mitad de tu querer que a estas alturas me considero parte de tu ser. A estas alturas, te conozco
Marina González






No hay comentarios: